Lo sabemos. Últimamente los leopardos no nos prodigamos demasiado por aquí. Y no será porqué no sigamos escuchando discazos, o yendo a mil y un conciertos (grande la Blues Explosion la semana pasada; o según contaba mr. Brown, también muy bien los Tindersticks...). Quizás será que nos hemos contagiado de la patética época de recortes que nos rodea (dicen que todo lo malo se pega...). Sea como sea, hoy servidor tenía una razón de peso para pasarse por aquí a compartir unas lineas con todos vosotros, mis queridos felinos: el nuevo disco de Beach House.
Recuerdo hace unos 4 años, cuando escuché por primera vez al dúo de Baltimore gracias a una leoparda con la que acabamos enseñándonos las garras. Aún así, siempre le estaré agradecido por habérmelos descubierto con aquella maravilla de disco llamada 'Devotion' (2008), y ese himno de la ingravidez que era 'Gila'. Desde entonces, les he seguido de cerca y les he podido ver varias veces en vivo. Y he observado como se han ido haciendo mayores (en el sentido positivo de la expresión), con esa mezcla de alegría porqué llegaran a más público, pero también algo de rabia por sentir que me estaban robando ese pequeño secreto que hasta entonces había estado al alcance de unas pocas fauces inquietas. Y es que 'Teen Dream' (2010) hizo crecer su envolvente sonido, gracias a la producción de Chris Coady (Yeah Yeah Yeahs, Grizzly Bear, Blonde Redhead...), que ahora repite. Seguramente ese disco les hizo algo más accesibles y abrió su espectro de público potencial. Y te aseguro que si eres uno de los que cayó rendidos ante aquella obra, lo más probable es que vuelvas a caer con ésta...
Llevo 2 días escuchando obsesivamente 'Bloom' una y otra vez. Y no sólo no me canso, sino que el disco crece con cada escucha. Y no porqué sea especialmente complejo. De hecho, repiten la fórmula de 'Teen Dream', casi como si fuera una continuación de su tercer disco. Pero añadiendo nuevas joyas a su colección de atmósferas atemporales dream-pop, y volviéndote a llevar a rincones del alma donde el mundo parece pararse por completo, mientras lo sobrevuelas como una pluma sin rumbo. La voz reverberada de Victoria suena épica, y los ritmos hipnóticos de teclados y guitarras en loop te remontan hasta paraísos anímicos de calma y armonía casi celestiales. Si el single de avance del disco ('Myth') ya te parecía maravilloso, espérate a escuchar 'Other People', 'The Hours', 'Irene', 'On The Sea', o mi favorita, 'Wishes'...
Y sí, es cierto: seguramente 'Bloom' no supone ningún paso adelante respecto a su antecesor 'Teen Dream', y alguno podrá empezar a sospechar que se hayan estancado. Pero, sinceramente, cuando me pongo el disco en los auriculares con la oscuridad de la noche y la luz apagada, y siento como el alma despega a alturas de vértigo, ya le pueden dar por culo a cualquier tipo de razonamiento lógico. Quien quiera lógica, que se compre un libro de matemáticas. Que yo, mientras tanto, estaré volando allí donde ningún cerebro se atrevería a escalar...
'Bloom' saldrá a la venta el 15 de mayo, y no tengáis ninguna duda que estará en la lista de los mejores del año. Y el sábado 2 de junio, muchos estaremos viendo a Beach House en el Primavera Sound, en una actuación que se prevee multitudinaria (y probablemente apoteósica). Cuento las horas para que llegue ese día...