jueves, 18 de mayo de 2017

Say hello 2 heaven Chris


Resulta un poco triste que este blog "resucite" solo para escribir obituarios de nuestros ídolos musicales (véase el de Bowie, hace un año), pero es lo que hay. De piedra me he quedado esta mañana, a las 10.24, cuando he recibido un whatsApp del redactor jefe del Mondo Sonoro, mi colega Joan S. Luna, comunicándome la muerte de Chris Cornell. Con estos temas no se juega, por lo que he sabido al instante que era una noticia tan real como la vida misma. Me he lanzado entonces a internet, que ya empezaba a bullir con tan triste noticia. En estos momentos, un par de horas después de enterarme del fallecimiento de Cornell, todavía se desconocen las causas de su muerte. Pero la prensa destaca que esa misma noche Chris había tocado en Detroit junto a Soundgarden. Poco importan ahora las causas (según Joan, estaba enfermo), lo que de verdad importa es que Chris, a sus 52 años, ya no está con nosotros.

 Y a esta edad, no es de recibo. Si un servidor está tan afectado (junto a las desapariciones de Kurt Cobain y David Bowie, ésta es seguramente la que más me ha tocado), no quiero ni imaginar como deben estar su familia y amigos más íntimos. El hecho de llegar a admirar a alguien tanto nos produce un sentimiento de falsa familiaridad con el difunto que pone los pelos de punta.

Su legado es inmenso, ya sea en Soundgarden, en los denostados Audioslave (yo fui un gran fan de ese supergrupo), en los recién resucitados Temple of the Dog o en su carrera en solitario (también impecable, exceptuando su estrambótico álbum de baile 'Scream'). Sin duda, fue la "Voz" del rock de los noventa, con permiso de Eddie Vedder. 

Descubrí a Soundgarden cuando Nirvana empezó a petarlo con 'Nevermind' en el 92. Recuerdo leer un artículo en un diario sobre los 4 tótems de Seattle: Pearl Jam, Alice in Chains, Soundgarden y los mencionados Nirvana. En mi caso, empecé por el grupo del también malogrado Cobain, seguí con los todavía muy vigentes Pearl Jam, y me inicié a Soundgarden no con el metálico 'Badmotorfinger' sino con 'Superunknown' (1994), para mi juicio su mejor álbum de largo. Y tuve la suerte de verlos en directo en la única ocasión que pasaron por Barcelona: el 21 de septiembre de 1996 en la Vall d'Hebrón, junto a Moby de telonero (entonces rockeaba con 'Animal rights´). Pero para ser honestos, no fue un gran bolo: el grupo estaba al borde de su disolución y su actuación dejó bastante que desear.

Me resarcí unos años más tarde al ver a Cornell en solitario en el Casino de l'Aliança del Poble Nou, presentando su primer disco en solitario. Todos sentados, hasta que al final la euforia se desató y la gente se lanzó en tromba hacia las primeras filas del teatro...  Con Audioslave le vi en Razzmatazz presentando su segundo disco, y creo que fue bastante mejor. Cayeron temas de Soundgarden, aunque Cornell no acabó de afinar con el celebérrimo 'Killing in the name...' (no es de extrañar). Si hay algo que lamento, es habérmelo perdido hace un año, en su actuación acústica en el Liceu. Pero compromisos laborales me lo impidieron...

No olvidemos tampoco su clásico 'Temple of the dog', supergrupo con un único disco (y qué disco), que recientemente se reagrupó para girar por primera vez por Estados Unidos... Y qué decir de su notable retorno con Soundgarden, 'King animal'. El grupo estaba grabando su continuación... que supongo que se editará a título póstumo próximamente.

Gracias por todo Chris, y ahora Say hello 2 heaven...