jueves, 18 de mayo de 2017

Say hello 2 heaven Chris


Resulta un poco triste que este blog "resucite" solo para escribir obituarios de nuestros ídolos musicales (véase el de Bowie, hace un año), pero es lo que hay. De piedra me he quedado esta mañana, a las 10.24, cuando he recibido un whatsApp del redactor jefe del Mondo Sonoro, mi colega Joan S. Luna, comunicándome la muerte de Chris Cornell. Con estos temas no se juega, por lo que he sabido al instante que era una noticia tan real como la vida misma. Me he lanzado entonces a internet, que ya empezaba a bullir con tan triste noticia. En estos momentos, un par de horas después de enterarme del fallecimiento de Cornell, todavía se desconocen las causas de su muerte. Pero la prensa destaca que esa misma noche Chris había tocado en Detroit junto a Soundgarden. Poco importan ahora las causas (según Joan, estaba enfermo), lo que de verdad importa es que Chris, a sus 52 años, ya no está con nosotros.

 Y a esta edad, no es de recibo. Si un servidor está tan afectado (junto a las desapariciones de Kurt Cobain y David Bowie, ésta es seguramente la que más me ha tocado), no quiero ni imaginar como deben estar su familia y amigos más íntimos. El hecho de llegar a admirar a alguien tanto nos produce un sentimiento de falsa familiaridad con el difunto que pone los pelos de punta.

Su legado es inmenso, ya sea en Soundgarden, en los denostados Audioslave (yo fui un gran fan de ese supergrupo), en los recién resucitados Temple of the Dog o en su carrera en solitario (también impecable, exceptuando su estrambótico álbum de baile 'Scream'). Sin duda, fue la "Voz" del rock de los noventa, con permiso de Eddie Vedder. 

Descubrí a Soundgarden cuando Nirvana empezó a petarlo con 'Nevermind' en el 92. Recuerdo leer un artículo en un diario sobre los 4 tótems de Seattle: Pearl Jam, Alice in Chains, Soundgarden y los mencionados Nirvana. En mi caso, empecé por el grupo del también malogrado Cobain, seguí con los todavía muy vigentes Pearl Jam, y me inicié a Soundgarden no con el metálico 'Badmotorfinger' sino con 'Superunknown' (1994), para mi juicio su mejor álbum de largo. Y tuve la suerte de verlos en directo en la única ocasión que pasaron por Barcelona: el 21 de septiembre de 1996 en la Vall d'Hebrón, junto a Moby de telonero (entonces rockeaba con 'Animal rights´). Pero para ser honestos, no fue un gran bolo: el grupo estaba al borde de su disolución y su actuación dejó bastante que desear.

Me resarcí unos años más tarde al ver a Cornell en solitario en el Casino de l'Aliança del Poble Nou, presentando su primer disco en solitario. Todos sentados, hasta que al final la euforia se desató y la gente se lanzó en tromba hacia las primeras filas del teatro...  Con Audioslave le vi en Razzmatazz presentando su segundo disco, y creo que fue bastante mejor. Cayeron temas de Soundgarden, aunque Cornell no acabó de afinar con el celebérrimo 'Killing in the name...' (no es de extrañar). Si hay algo que lamento, es habérmelo perdido hace un año, en su actuación acústica en el Liceu. Pero compromisos laborales me lo impidieron...

No olvidemos tampoco su clásico 'Temple of the dog', supergrupo con un único disco (y qué disco), que recientemente se reagrupó para girar por primera vez por Estados Unidos... Y qué decir de su notable retorno con Soundgarden, 'King animal'. El grupo estaba grabando su continuación... que supongo que se editará a título póstumo próximamente.

Gracias por todo Chris, y ahora Say hello 2 heaven...


lunes, 22 de febrero de 2016

Let The Children Boogie



Si mi compañero de fatigas, el Leopardo Verde, ha enfocado su escrito echando la vista atrás para agradecerle a su progenitor que un día le enseñara una portada de vinilo que nunca iba a olvidar, yo voy a centrar mi texto en las futuras generaciones, y en qué significa como padre traspasar a tus hijos algunos referentes, y más en concreto el referente de referentes: David Bowie.

Una de las experiencias vitales más potentes que se puede afrontar en nuestra existencia es la paternidad. Si los primeros años de la vida de tu primer cachorro los pasas en una nube de fascinación, ternura e inexperiencia, intentando cubrir con torpeza y buena voluntad las necesidades básicas de la criatura, es ese día en que te das cuenta que está en tus zarpas el reto de educarle, y que depende de cómo lo hagas puedes condicionar su manera de ser y relacionarse con el mundo, es en ese preciso instante que notas cómo un vértigo inmenso ante tan importante empresa se apodera de tu ser y decides elaborar una lista de herramientas imprescindibles para que la misión llegue a buen puerto.

Y en esa lista, hay un concepto que emerge en la mayoría de mentalidades grises que nos rodean, el sucio y vil metal. No hace falta ser muy perspicaz que vas a necesitar mucho dinero para dar lo mejor a tus hijos. Dinero para extraescolares, dinero para que pase unas vacaciones de esas que te quedan en la memoria para siempre, dinero para juguetes, ropa molona y colecciones de cromos, dinero para una segunda residencia, dinero para una bici de marchas, un trombón y un karategi, dinero, dinero, dinero... Sería tan fácil pensar: "Joder, pero si yo no había planeado mi vida para ganar dinero, si lo llego a saber no me meto en una carrera de letras, que los ingenieros cobran una pasta..." y agobiarse con todo ello, pero afortunadamente siempre emerge, potente e impertubable la cultura para poner las cosas en su sitio.

Porque la gente de colores ponemos en nuestra lista y en mayúsculas CINE, MÚSICA, ARTE, LITERATURA... CULTURA, CULTURA Y CULTURA. Y el dinero viene después.

Y te los sientas en tu regazo para leer un libro de Maurice Sendak o contemplar un cuadro de Dalí. Y les das la brasa con pelis viejunas como los Goonies y Karate Kid o les dejas la boca abierta cuando les cuentas que tras el agujero de la bañera se esconde el maravilloso mundo de Fraguel Rock. Y alucinas cuando se aprenden canciones de los Pixies, Beastie Boys, los Pistols o Rage Against The Machine. Y te maravillas cuando quieren ser trombonistas en la banda de los corazones solitarios del Sargento Pimienta. Y un buen día te dicen que quieren aprender a tocar un instrumento para ser como los Jayhawks o les recuerdas que de pequeños dejaban de llorar cuando la inmortal Janis Joplin entonaba el "Cry Baby" por enésima vez en el tocata. Y así pasan las semanas, los meses y los años y la maraña crece y se retroalimenta a velocidad de vértigo. Poco a poco sientes que no lo estás haciendo mal del todo y que todo ese imaginario que les estás cediendo te ayuda en la misión, y agradeces infinitamente que estén allí todos esos valientes que han dado un paso al frente con sus mentes creativas.

Si les preguntas a mis cachorros cual es su artista favorito de toda esa montaña de referentes, hay un nombre que emerge con especial fuerza, así que te responden con su voz chillona y carente de maldad: David Bowie, hombre!!!

Y es que no es de extrañar que ese ser irreal que aparece en las portadas de los discos de los 70's y en los vídeos que circulan por la red pueda llamar la atención de dos tiernas e impresionables mentes, pero es cuando pinchas su música cuando ves que el efecto que provoca en ellas es inmediato e irreversible.

El Duque Blanco les hace embarcar en peligrosas misiones espaciales en las que las estrellas lucen diferente y viajan a un lugar dónde la Tierra es capaz de entristecerse y no podemos hacer nada para remediarlo. Y fantasean especulando si el hombre que vendió al mundo lleva o no bigote mientras intentan procesar que en Marte Mickey Mouse tal vez tenga una granja de vacas o se preguntan por qué los marineros se pelean en la pista de baile si estarían mejor riendo y pasándoselo bien. Y no le temen a los cambios. Te piden ir de vacaciones a la Ciudad Sufragista para hacer el Ohh-Wham-Bam. Se enorgullecen de ser zurdos porque así podrán tocar la guitarra con Ziggy Stardust mientras se preguntan si las arañas arañas en Marte son de esas peludas y venenosas. Y no le temen al hombre de las estrellas porque creen que a ellos no les va a volar la mente. Y es que les encanta bailar el boogie.

 Y de eso se trata, de dejar a los niños bailar el boogie. Y que fantaseen. Porque sólo así, cuando en un futuro aún lejano descubran que esta sociedad es una puta mentira inventada por los poderosos para controlar a las masas, puedan tener rincones y recovecos dónde ocultarse de los hombres de negro y recordar ese día de carnaval en que lucieron orgulosos el rayo de Bowie en su cara pintarrajeada por su padre con mejor voluntad que precisión.

Porque nos nos equivoquemos, un rayo de pintura puede ser más valioso que un cheque con seis cifras. Sin lugar a dudas.

jueves, 18 de febrero de 2016

Un duque blanco para un leopardo negro

A diferencia de mi colega leopardo, no tengo demasiado claro cuando descubrí musicalmente a Bowie. Bueno, recuerdo que la primera vez que oí hablar de él fue un verano que pasé en Dublín para estudiar inglés. Debería tener una docena de años y otro estudiante bastante más mayor mencionó al Duque Blanco.
La verdad es que tengo muy pocos álbums de Bowie: el más preciado es el CD del recopilatorio 'Changes', que ignoro cuando y dónde lo adquirí, pero que se editó en 1990, por lo que supongo que lo debí comprar a principios de esa década.

También poseo el curioso 'Black tie white noise' de 1993, porque en esa época colaboraba en una revista cultural llamada Okaina, y me lo quedé (aunque no recuerdo haber escrito su reseña). 
Podría decirse pues, que mi conocimiento de la discografía de Bowie hasta los 90 ha sido básicamente la de los éxitos presentes en 'Changes'. Por fortuna, ahí están todos sus clásicos. 

A partir del 'Black tie white noise' empecé a seguir más de cerca sus nuevos elepés, aunque no llegué a comprar ninguno de ellos. El futurista 'Earthling' no me acabó de convencer, pero sí que me hubiera gustado verle en directo en el Doctor Music Festival de Escalarre. Pero la cruda verdad es que no conseguí animar a ningún colega para que fuésemos hasta allí. Una lástima, porque después nunca ha vuelto a Barcelona. 

El resto de álbumes que fue sacando tampoco me entusiasmaron (aunque a toro pasado he de reconocer que 'Outside' es muy bueno) hasta que llegó su resurrección, hace tres años, con 'The next day'. Y aunque parezca raro, me compré su obra póstuma 'Blackstar' un día después de su publicación y, lamentablemente, dos días antes de su fallecimiento. A la vez que sú última obra, me hice con el doble CD den directo 'A reality tour': seguramente fue porque intuía que no le vería nunca en directo, pero no me imaginaba en absoluto su marcha definitiva, que me dejó helado y dolido, ese lunes a primera hora de la mañana.  

Es curioso cómo su muerte me dejó tan tocado: no me había pasado con ningún otro músico, exceptuando la de Kurt Cobain. Como bien dice el leopardo verde, Bowie parecía inmortal, no era posible que se fuese... Y parecía que fuese alguien de la familia, muy cercano.

No lo pude ver nunca en directo, pero sí que tuve la inmensa suerte de poder ir a la increíble exposición sobre su figura en la ciudad de Berlín, hace dos veranos. Exposición que por cierto estaba ampliada respecto a su versión de Londres: se incluyó su etapa berlinesa. Algunas de las salas de la misma eran agobiantes por el volumen de gente (y eso que estaba limitado), pero otras eran maravillosas. Estaría muy bien que la exposición se hiciese itinerante y visitase nuestro país, a modo de homenaje póstumo. Seguro que rompería récords. 

Acabo con una reflexión sobre 'Blackstar', el disco. Personalmente, lo encuentro muy estimulante y arriesgado. Su tema homónimo pone los pelos de punta, así como 'Lazarus' y su vídeo, un auténtico testamento de un artista único y sin igual. Descansa en paz, David. Y gracias por todo.

 



 

miércoles, 17 de febrero de 2016

El vinilo de Bowie



Lo sabemos. Hace tantísimo tiempo que los leopardos no nos pasamos por aquí, que la manada ya se habrá dispersado, y no quedarán señales de vida al otro lado. Tampoco buscaremos excusas baratas: la mezcla de dejadez, dispersión cerebral, otros proyectos, y cachorros que alimentar en algún caso, fueron los causantes de que este minúsculo rincón en el hiperespacio de la red haya quedado abandonado y a la deriva. Todo tiene su inicio y su final, y hay que saber asumirlo con madurez y entereza, por mucha nostalgia que nos pueda entrar. Sea como sea, el mes pasado pasó algo que nos hizo volver a pensar en la tierra de los leopardos, e incluso proponernos escribir algo al respecto. La ocasión y el personaje se le merecían. Pero tampoco queríamos limitarnos a dejar 4 datos biográficos repetidos hasta la saciedad sobre el personaje. Total, ahora hemos descubierto que tenía millones de seguidores que parecen haber brotado repentinamente de debajo de la tierra como setas... así que nos propusimos escribir algo sobre él desde una perspectiva más personal. Sí, posiblemente a nadie le interesen una mierda nuestras experiencias vitales con Bowie, pero eso a nosotros también nos importa bien poco. Él nos enseñó a hacer las cosas que sintiéramos, como quisiéramos, sin darle ni una pizca de importancia a lo que pensaran los demás. Y eso es lo que pienso hacer ahora mismo. Porqué me sale de los Bowies...

Pensar en Bowie es recordar mi infancia; y de eso hace ya más de 3 décadas. La primera vez que supe de él fue por mi padre. La primera vez que le escuché fue GRACIAS a mi padre. Supongo que para un criajo que no levantaba un palmo del suelo, ver a ese tipo con pelos de loco en la enorme portada de un vinilo tenía que llamar la atención por narices. En mi surrealista cerebro de niño (el mismo que imaginaba que dentro del cuerpo teníamos diferentes cajones donde poníamos cada tipo de comida; gràcies, Salvador...), asociaba Bowie a mi padre. Y supongo que por ello, incluso llegué a pensar que se parecían físicamente, aunque no fuera verdad. ¿Pero a quién le importaba la absurda realidad exterior, tan inútil que ni siquiera era capaz de coincidir con mi mundo interior (el único que valía)? Un tipo así de raro sólo podía hacer música extraña, y eso es lo que dibujaba mi mente cuando la aguja empezaba a surcar por el vinilo. Flipaba, claro. Me quedaba hipnotizado. Probablemente, esa fue mi primera experiencia vital con las drogas, porqué la reacción que me provocaban esas canciones era lisérgica. Despertaban mi imaginación, por mucho que no entendiera nada de lo que me decían, a un nivel más racional. Tampoco hacía falta, y probablemente esa debió ser la primera vez en que, sin ser consciente, claro, descubrí el increíble potencial de la música, como generador de emociones y como puerta a otras dimensiones de mi cerebro y de mi alma. Sentía especial atracción por las melodías de 'Letter To Hermione', 'Janine' o 'God Knows I'm Good', seguramente más asequibles para un oído virgen, pero me quedaba embobado con las extrañas sonoridades y giros vocales de 'Space Oddity', 'Cygnet Committee' o 'Memory Of A Free Festival'. 


Quizás como agradecimiento eterno a mi padre, rozando ya mi adolescencia, y con el dinero ahorrado con mi paga semanal, le regalé un disco para su cumpleaños. Y, por supuesto, tenía que ser de Bowie. El último en aquél momento, que era 'Never Let Me Down'. Supongo que era uno de esos presentes que tiene parte de autoregalo. Como los padres que le compran el Scalextric al niño y luego juegan tanto o más que la criatura. Pero en este caso, era al revés. Era el crío el que quería escuchar más cosas de Bowie, y la excusa del cumpleaños paterno era la coartada perfecta. Reconozco que me llevé un buen chasco. Ese Bowie de canciones estándard y de sonido horriblemente ochentero me supuso un gran desengaño. Allí no había magia, ni misterio. Cualquier parecido con 'Space Oddity' era pura coincidencia. Y aquello fue como un divorcio para mi. Supongo que no fui capaz de apreciar en aquél momento la virtud que escondía todo aquello: el potencial camaleónico del personaje de las 1000 caras, y la increíble capacidad de reinventarse en lo que le daba la gana en cada momento. Era un riesgo, claro, porqué difícilmente iba a contentar a quien le quería de una manera y no de otras. Pero eso no importaba una mierda. Lo único que contaba es contentarse a sí mismo. Redefinirse, encontrar la chispa y el estímulo para seguir brillando con luz propia, y hacer camino con energías renovadas en todo momento. Por mucho que por medio hiciera cosas que me parecen una mierda, ahora admiro todo eso que había detrás. Con los años, tuve la suerte de 'reenamorarme' de Bowie, cuando un amigo del instituto me descubrió 'Ziggy Stardust'. Y, a partir de ahí, fui entrando en contacto con las canciones de 'The Man Who Sold The World', 'Aladdin Sane', 'Heroes' o incluso escuchando por curiosidad su época mod previa a la fama. No me considero ni mucho menos un gran conocedor de su obra, vida y milagros, porqué me basta y me sobra con los discos de esa época inicial. Su último disco me sigue dejando frío en lo musical, por mucho que tras su muerte entendiera muchas cosas que cambiaban mi perspectiva y mi mirada hacia 'Blackstar'. Pero por su presencia e influencia en mi vida, y por ese vinilo de mi padre que acabó en mi casa cuando hice la mudanza para independizarme, y por toda la fuerza, el carisma y el simbolismo del personaje, lo siento una parte importante de mi vida. Y sentí una gran pena aquel maldito lunes del mes pasado en que, al despertar y abrir el portátil, vi el post en Facebook de uno de los leopardos anunciando que Bowie había muerto. No podía ser. Bowie era de esos personajes inmortales que no podía morir. Si él moría, a todos nos iba a llegar el día, no había duda. Y además de ese miedo aterrador, sentí una inmensa rabia por no haberle podido ver nunca en directo. Cada año había la esperanza, cuando los días previos a desvelarse el cartel del Primavera Sound se disparaban los rumores. Pero no. Ya no podrá ser. 

"Odisea Espacial (...) invade y conmociona el ser entero. Como toda la música de Bowie, es al mismo tiempo extática e incómoda, inquietante (...) personal y universal, quizá galáctica, microcósmica y macrocósmica" - dice la etiqueta rosa de la contraportada de la edición española de 1973 que se compró en su día mi padre, cuando yo quizás ni había nacido. Cuatro décadas después, el efecto mariposa que inició la compra del vinilo de Bowie llega hasta aquí. Sentado delante del portátil, escribiendo sobre el disco con el vinilo apoyado a mi izquierda en la mesa, y percibiendo su música a través de medios digitales que ni se habría podido imaginar cuando compuso esta obra de arte. "Todo lo que somos está cifrado aquí. Sólo tenemos que escuchar"...



miércoles, 21 de enero de 2015

Desvelado el cartel del Primavera Sound 2015


Grrrrrrrooooaaaarrrrrrrr!!! Qué tal, felinos? Sí, es cierto. Los 3 leopardos hemos estado echando una siestecilla hivernal de casi un año y medio, pero es que cuando nos ponemos, nos ponemos. Y qué mejor excusa para volver por estas tierras que el cartel del Primavera Sound 2015? Un año más, una magnífica oportunidad para ver un abanico de artistas de muchos palos y épocas, en el 15º aniversario del festival barcelonés. Desde clásicos como PATTI SMITH, REPLACEMENTS, OMD, EINSTÜRZENDE NEUBATEN, o ARTHUR RUSSELL, otros más contemporáneos como BLACK KEYS, ANTONY & THE JOHNSONS, RIDE, EELS, INTERPOL, THE STROKES, GIANT SAND, BELLE & SEBASTIAN, THE NEW PORNOGRAPHERS o THURSTON MOORE, el retorno de bandas de riot grrrlsss como SLEATER-KINNEY o BABES IN TOYLAND, o bandas de menos recorrido pero bien interesantes como SUN KIL MOON, ARIEL PINK, SLEAFORD MODS, MAC DEMARCO, o LOS PUNSETES. Todos los detalles por lo que respecta a tickets, prorgamación, etc, los podéis consultar en la web del festival.

Y éste es el original video que ha utilizado el Primavera Sound para dar a conocer su cartel. Otra cosa no, pero en esto del márketing, se las saben todas...




domingo, 27 de octubre de 2013

martes, 15 de octubre de 2013

Pearl Jam; Lightning Bolt





El décimo disco de estudio de Pearl Jam en 22 años de carrera (una media de nuevo disco cada 2 años) es curiosamente el que más se ha hecho esperar: 4 largos años desde el notable Backspacer. Antes de entrar al análisis de los 12 temas que lo componen, dejadme dividir la carrera del quinteto de Seattle en tres etapas: la primera engloba sus años de gloria grunge, y está formada por la espectacular tríada Ten (1991), Vs. (1993; a mi juicio su mejor álbum) y el irregular Vitalogy (1994; dónde temazos conviven con algún experimento fallido). La segunda, que implica un cambio de sonido y una apertura a otros derroteros musicales que fue muy bien acogida por revistas "modernillas" como Rockdelux, comienza con el sorprendente No code (1996), seguido de Yield (1998), Binaural (2000) y Riot Act (2002). Todos ellos notables (Pearl Jam no han grabado nunca un mal disco, aunque sí que la mayoría de ellos tienen algunos temas prescindibles). La tercera y última etapa viene a ser una especie de renacimiento rockero, que se inicia con el imprescindible Pearl Jam (2006; el nombre lo dice todo) y sigue con el anteriormente mencionado Backspacer (2009). Y aquí es donde entra Lightning Bolt. Aunque a priori empieza con un par de temas muy rockeros (especialmente el segundo, "Mind your manners"), el álbum no tarda en mostrar sus numerosas piezas más reposadas (que no significan peores). Es por ello que no sé si sería conveniente hablar de una nueva y cuarta etapa de "madurez" en la discografía de Pearl Jam. Veremos qué nos depara el futuro, pero está claro que pese a sus momentos más bajos de popularidad, a principios del 2000, Pearl Jam se han convertido en unos clásicos, y nunca defraudarán. Dicho esto, vamos al grano:


-'Getaway': un inicio potente, como es habitual en todos sus discos. Pegadizo, con guitarras y un groove especial, demuestra que Pearl Jam no han perdido la chispa y les queda cuerda para rato.

- 'Mind your manners': como había comentado más arriba, el tema más agresivo del disco. Muy bueno por otra parte, pero que no representa en absoluto al resto de composiciones. La excepción que confirma la regla, seguro que será una delicia escucharla en directo.

- 'My father's son': un medio tiempo rockero, con una potente base rítmica. Tiene un punto experimental en la línea de bajo, pero el estribillo vuelve a ser puro Pearl Jam con un Eddie Vedder dándolo todo. De momento seguimos bien, pero que muy bien.

- 'Sirens': el baladón marca de la casa. Nada más que añadir. Desde ya, un nuevo clásico inapelable.

- 'Lightning bolt': el tema que da nombre al disco vuelve a tener el aura de clásico, con un crescendo, un estribillo y un solo de guitarra deliciosos. Quinto tema y el listón sigue altísimo.

- 'Infallible': pisamos de nuevo el freno, pero en esta ocasión con nuevos matices que provienen de los teclados, aunque el estribillo vuelve a ser 100% Pearl Jam.

- Pendulum': ojo, aquí sí que entramos en territorio desconocido. Una balada muy oscura, deudora de los tiempos de Binaural. No es un mal tema, pero es totalmente depresivo.

- 'Swallowed whole': vuelta al buen rollo con un medio tiempo marca de la casa, con reminiscencias a R.E.M. y calidad asegurada.

- 'Let the records play': un blues clasicote y sorprendente. No tiene nada de original, pero es una delicia dejarse llevar por sus riffs facilones.

- 'Sleeping by myself': otro clásico acústico de final de disco. Recuerda al enorme primer disco de Vedder en solitario. Buen rollito, nuevamente.

- 'Yellow moon': otra balada. Sí, se echan de menos un poco más de temas rockeros, pero con la calidad de canciones como esta no se puede discutir (no es en absoluto de relleno).

- 'Future Days': y sí, un nuevo tema lento... Este un pelo más prescindible. Pero es lo que toca para cerrar un álbum redondo, al que sin embargo le falta alguna canción más cañera. 



   

miércoles, 23 de enero de 2013

El Primavera Sound 2013 ya tiene cartel completo




Con nombres como Blur, Nick Cave & The Bad Seeds, The Breeders, Los Planetas, Tame Impala, The Postal Service, Fiona Apple, Band Of Horses, Deerhunter, My Bloody Valentine, The Jesus & Mary Chain, Dead Can Dance, Animal Collective, Grizzly Bear, Daniel Johnston, Wu-Tang Clan, Melody's Echo Chamber, Dinosaur Jr., Swans, Antònia Font, Manel, Neko Case, Adam Green & Binki Shapiro, Camera Obscura, El Inquilino Comunista, Guadalupe Plata, La Bien Querida, Meat Puppets, Nick Waterhouse, Pony Bravo, The Vaccines, Wild Nothing... un cartel muy completito y variado, pero estaremos de acuerdo que la etiqueta #bestfestivalever que nos habían vendido, se queda muy lejos de la realidad.






jueves, 27 de diciembre de 2012

Fallece Fontella Bass :(




La cantante norteamericana nos ha dejado a los 72 años, por culpa de problemas de corazón, según ha explicado una de sus hijas. La intérprete de soul y r'n'b se hizo famosa mundialmente por su hit de 1965 'Rescue Me', pero haréis bien en recuperar su legado, que va mucho más allá de una simple (y redonda) canción. Descansa en paz, Fontella...











lunes, 3 de diciembre de 2012

3 conciertos de Beach House en marzo!


Así lo acaba de anunciar hace unos minutos la web del Primavera Sound! Tras su exitoso último paso por la última edición del festival, el dúo de Baltimore vuelve por tierras leopardas, con 3 fechas:

Miércoles 13 de marzo, Apolo, Barcelona

Viernes 15, La Riviera, Madrid

Martes 19, Centro Internacional Niemeyer, Avilés

Las entradas ya están a la venta en la web del Primavera Sound, Atrápalo, TicketMaster y Codetickets.






viernes, 23 de noviembre de 2012

El Ayuntamiento cierra el Apolo!




Los pelos felinos de punta se nos han puesto esta noche, cuando nos hemos enterado que el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido cerrar la sala Apolo por defectos estructurales. Según apunta la noticia de la web de El Periódico (en la web de la sala por ahora no dicen nada), una inspección de los Bomberos ha detectado problemas de humedades en el subterráneo que han provocado el cierre de la popular sala de conciertos y discoteca, el restaurante contiguo Apolo Dinner, y también el salón recreativo. Posiblemente la reciente tragedia en el Madrid Arena haya tenido algo que ver en el cierre...

El concierto que tenía que dar esta noche Bat For Lashes se ha trasladado a la sala Artèria Paral.lel, y ahora habrá que ver cuánto duran las obras de adecuación de la sala; y también qué pasa con los próximos conciertos previstos allí, como el de Micah P. Hinson del sábado, o los del festival Primavera Club que se celebrará la primera semana de diciembre. Por ahora, ni en la web ni en las redes sociales del festival han indicado dónde se trasladarán los conciertos previstos inicialmente en las 2 salas del Apolo.









jueves, 8 de noviembre de 2012

The Walkmen: bailar en la oscuridad (sala Bikini, 7/11/12)




Alguien debería hacer un estudio de por qué el mes de noviembre de cada año se acumulan más conciertos que en cualquier otro momento. Esta semana es una auténtica locura, y ayer, sin ir más lejos, coincidían Blind Melon (a ver si mr. Black nos hace reseña del bolo), The Wave Pictures + Allo Darlin', Lotus Plaza, o The Walkmen, y como propina, había partido de Champions del Barça. Entre este panorama de overbooking de conciertos, la crisis, o el puto 21% del IVA en la cultura, no nos tiene que extrañar que la sala Bikini no estuviera llena hasta la bandera para ver a un pedazo de banda como The Walkmen (que además se han prodigado bastante por tierras leopardas en los últimos 2 años: como mínimo, si mi memoria felina no me falla, una visita en la Be Cool y 2 más en las 2 últimas ediciones del Primavera Sound). Había gente, sí, pero se estaba realmente ancho, y de verdad que me cuesta entender que una banda como los neoyorquinos no tengan un éxito mucho más masivo del que tienen. Porqué potencial y discazos tienen de sobras...


....durante hora y 20 minutos, anoche se encargaron de recordárnoslo. Y es que, aunque presentaban las canciones de su notable último álbum, 'Heaven', pasaron por casi todos los discos de su ya dilatada carrera. 'Wake Up' y 'Everyone Who Pretended To Like Me Is Gone' de su disco de debut; '138th Street' y la siempre celebrada 'The Rat', de 'Bows & Arrows'; de 'A Hundred Miles Off' tocaron la versión de Mazarin, 'Another One Goes By', con la que cerraron el concierto; de mi favorito 'You & Me' sólo cayeron 'On The Water' y 'In The New Year'; de 'Lisbon', hubo tiempo para 'Juveniles', 'Blue As Your Blood', y 'Angela Surf City'. Y, como era de esperar, el cuerpo principal del repertorio fue para el nuevo disco, del que tocaron hasta 8 canciones. Personalmente, encontré a faltar muchas de mis canciones preferidas ('Red Moon', 'While I Shovel The Snow', 'I Lost You', 'Torch Song'...), pero cuando se tiene ya tanto arsenal acumulado en años, debe ser difícil elegir un set capaz de contentar a todo el mundo.



Sea como sea, el concierto valió la pena; así como en el pasado Primavera Sound el show quedó algo deslucido por el escenario abierto, la luz del día y la plaga de cotorras asesinables que acostumbran a merodear estos eventos, anoche la banda estaba en el contexto adecuado. Sala donde tenerlos a tocar, luces de penumbra, y un sonido musicalmente perfecto, con un único 'pero': la voz de Hamilton Leithauser quedaba amortiguada en las canciones con más electricidad, y en muchos momentos casi ni se le escuchaba. Un handicap que restó impacto a un show de grandes canciones que merecerían ser saboreadas por muchos más paladares. Como para no sentirse privilegiado de haber estado...



PD: por cierto, gran anécdota que explicaba Hamilton a través del twitter de la banda: al parecer, 2 días antes de tocar en Barcelona, en Lisboa 3 tipos intentaron atracarle (para los que no le tengáis controlado, Hamilton es un armario de casi 2 metros)... y el tipo acabó quedándose con el móvil de uno de los atracadores, y diciendo por twitter que lo tiraría al río!!! Vaya crack!! Leopardo del mes!!! jaja!



SETLIST

1. Line By Line
2. The Love You Love
3. Heartbreaker
4. Blue As Your Blood
5. Angela Surf City
6. On The Water
7. In The New Year
8. 138th Street
9. The Witch
10. Everyone Who Pretended To Like Me Is Gone
11. Song For Leigh
12. Juveniles
13. The Rat
14. Love Is Luck
15. We can't Be Beat
16. Heaven

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17. Wake Up
18. Another One Goes By



lunes, 15 de octubre de 2012

Fanfarlo: incienso, whisky & indie-pop (Apolo, 14/10/12)




El día después de su visita a Girona, y tan sólo 11 meses después de su última actuación en Barcelona, Fanfarlo volvían a tierras leopardas. "Our favourite place to play", aseguraban desde el escenario. Y aunque suene a tópico insípido, algo de verdad hay en esa afirmación. En Barcelona tocaron por primera vez fuera de Londres, en aquél ya lejano 2006; y en Barcelona han tocado ya en otras ocasiones, fuese en conciertos propios como el de Bikini del año pasado, o en festivales como aquél Primavera Sound de 2008. El show de ayer también tendrá su lugar especial en la historia del grupo, y es que, como ya hicieron la noche anterior en el Temporada Alta e irán haciendo en los diferentes bolos de su gira española, estrenaron 3 canciones inéditas del que será su próximo disco...




...y la cosa promete. Y es que no sé si os pasará lo mismo que a mi. Pero tras su magistral debut ('Reservoir', 2009), el segundo disco ('Rooms Filled With A Light') me dejó algo frío. Ojo, que no digo ni mucho menos que sea un mal disco. Todo lo contrario. Pero en la inevitable comparación, pierde por goleada. Y sólo hay que comparar la reacción del público en los conciertos cuando suenan los clásicos del primer disco o cuando tocan las canciones del segundo. Anoche volvió a pasar lo mismo. E incluso con el handicap de versiones ralentizadas que restan fuerzas a temazos como 'Comets', 'I'm A Pilot' o 'Finish Line', esas canciones siguen teniendo una pegada a la que no llegan otras buenas del segundo disco, como 'Tightrope', 'Dig' o 'De.con.struc.tion'. Así, los momentos culminantes de la noche llegaron con el desmelene provocado por 'The Walls Are Coming Down', 'Luna' o 'Harold T. Wilkins...' en el bis. Todo, regado por el Ballantine's a morro y a palo seco que se iba bebiendo el cantante Simon Balthazar, y aromatizado por el incienso que quemaba en el escenario




Como decía antes, el otro punto de interés del concierto de anoche fue escuchar antes que nadie 3 nuevas canciones. Una primera bastante rítmica (en el setlist de Cathy llamada provisionalmente 'G + G'), que me recordó a las primeras melodías de la banda. La segunda (por ahora denominada 'Cell Song'), quizás algo más cercana a las composiciones de su último disco. Y la tercera, ya en el bis, una bonita balada cuyo estribillo nos empuja a volver a la inmensidad del mar ('Let's Go Back Into The Sea'). Como insistieron a sugerirnos, guardaremos esas canciones en nuestra maltrecha memoria felina, y cuando las escuchemos en el nuevo disco, siempre podremos recordar que fuimos el primer público en oírlas...




Mención final para el público. Primero, porqué además de los guiris ya habituales en estos conciertos, me llamó la atención la presencia de varios adolescentes acompañados de sus padres (¿cosas de leyes?). Sea como sea, hay que celebrar que, a pesar de las mil y una trabas que se ponen desde las autoridades (in)competentes para el acceso a la cultura, siga habiendo cerebros dispuestos a pensar, a sentir y a disfrutar por sí mismos (y con las complicidades paternas) desde bien jovencitos. Por otra parte, a veces los leopardos hemos denunciado desde este rinconcito de internet la plaga de cotorras incívicas que sólo van a los conciertos a figurar. Ayer, por suerte, no las tuvimos que sufrir, pero sí a otra subespecie a extirpar de las salas de conciertos: los súper-chupi-guays que se las dan de conocer a los miembros de la banda (hablando bien alto para que todo el mundo les oiga y les adore como si fueran seres sobrenaturales), y que se ponen a berrear el setlist antes del concierto rompiendo la magia y toda la gracia del efecto sorpresa. Sí, esa gentuza a la que la música le importa una mierda, encegados por su propio ego. Nada me hizo más feliz anoche que mi venganza involuntaria al spoiler cuando, al acabar el show y llevarme de recuerdo para mi colección el setlist de Cathy, escuché la voz del susodicho refunfuñando a mis espaldas leopardas porqué se había quedado sin ella. Justicia poética, que lo llaman...




Setlist:

1. Lens Life
2. Tightrope
3. Feathers
4. I'm A Pilot
5. 'G + G' (Nueva canción)
6. Bones
7. Tunguska
8. The Walls Are Coming Down
9. 'Cell Song' (Nueva canción)
10. Comets
11. De.con.struc.tion
12. Finish Line
13. Dig
14. Luna
15. Landlocked
16. Shiny Things

--------------BIS--------------

17. 'Let's Go Back Into The Sea' (Nueva canción)
18. Harold T. Wilkins or How To Wait For A Very Long Time



lunes, 8 de octubre de 2012

Cartelón de lujo en los 10 años del In-Edit Beefeater






Cagonlaleche! ¿Ya han pasado 10 años desde que se creó el festival de documentales musicales más cojonudo a este lado del Llobregat? Pues ahora que lo pienso, sí: dan fe de ello los tickets que colecciono en un álbum junto a las entradas de miles de conciertos, y las bolsas rojas del festival que se acumulan en mi recibidor. Y cómo ha crecido, el muy jodío. El año pasado, casi 31.000 personas en su edición de Barcelona, y más de 60.000 si contamos también las de Sao Paulo, Santiago de Chile y Berlín. Este año, del 25 de octubre al 4 de noviembre, el festival celebrará a lo grande su 10º aniversario...

...para empezar, con un cartel de lujo (consúltalo aquí), en el que destacan tanto la calidad en el criterio como la variedad estilística: ¿te imaginas ver en un mismo festival documentales sobre clásicos del rock como Bob Dylan, los Stones, Sex Pistols, The Doors, Joe Strummer, Queen, The Who...? ¿Sobre Tonny Bennet, Paul Weller, Joy Division, Chet Baker, Serge Gainsbourg, Dr. Felgood...? ¿Sobre bandas y artistas de culto más próximas en el tiempo como Fugazi, Morphine, Luke Haines, Daniel Johnston...? ¿O sobre bandas contemporáneas (o casi) como Sigur Ros, White Stripes, Antony & The Johnsons, Wilco, LCD Soundsystem, Chemical Brothers...? ¿Sobre artistas de aquí como Standstill, Refree, Barón Rojo, Adrià Puntí o la Sant Andreu Jazz Band? ¿Documentales sobre rock, punk, heavy, hip-hop, rap, jazz, soul, indie o música clásica? Pues todo eso lo podrás ver en esta edición del In-Edit, en que también se proyecta un documental con la historia de estos 10 años de festival con muchos de sus protagonistas internos y externos.

El director homenajeado este año es ni más ni menos que Julian Temple, del que se proyectarán diversos documentales: uno de los más nuevos, 'Glastopía', sobre el festival de Glastonbury. Y otros de sus clásicos que ya se han podido ver en anteriores ediciones, como el 'Filthy & The Fury' sobre los Pistols, y otros sobre Paul Weller, Joe Strummer, el festival de Glastonbury o Dr. Feelgood. Al margen de las actividades paralelas habituales, la organización también se ha currado una lista de sus 100 documentales musicales favoritos, a partir de las opiniones de directores, músicos, críticos de cine y música, periodistas, etc. Las 10 'mejores' estarán este año en el cartel del festival



Las entradas para el festival ya están disponibles en la web. Los leopardos lo seguiremos bien de cerca y, como cada año, os lo iremos explicando puntualmente. Pero me da a mi que del 25 de octubre al 4 de noviembre, va a haber una sospechosa pasa de gripe entre los afortunados que tienen curro y sueldo...










Blur, primera confirmación del Primavera Sound 2013!





Eso es lo que ha confirmado este mediodía la organización del festival, a través de su web y redes sociales. Blur actuará tanto en el Primavera Sound de Barcelona (viernes 24 de mayo), como en Optimus Primavera Sound de Porto (viernes 31 de mayo), que celebra su segunda edición. Serán las dos únicas actuaciones en la península ibérica en 2013 de la banda británica, que por ahora también ha anunciado presencia en el festival belga Werchter, en el mes de julio. 10 años después desde la publicación de 'Think Tank', y tras la edición de las nuevas canciones 'The Puritan' y 'Under The Westway', la incógnita ahora es saber si vendrán con un nuevo disco bajo el brazo...

Si queréis haceos una idea de su estado de forma actual sobre el escenario, aquí tenéis enterito su último concierto en Hyde Park, con motivo de los pasados Juegos Olímpicos de Londres: