No hay palabras...
domingo, 27 de octubre de 2013
martes, 15 de octubre de 2013
Pearl Jam; Lightning Bolt
El décimo disco de estudio de Pearl Jam en 22 años de carrera (una media de nuevo disco cada 2 años) es curiosamente el que más se ha hecho esperar: 4 largos años desde el notable Backspacer. Antes de entrar al análisis de los 12 temas que lo componen, dejadme dividir la carrera del quinteto de Seattle en tres etapas: la primera engloba sus años de gloria grunge, y está formada por la espectacular tríada Ten (1991), Vs. (1993; a mi juicio su mejor álbum) y el irregular Vitalogy (1994; dónde temazos conviven con algún experimento fallido). La segunda, que implica un cambio de sonido y una apertura a otros derroteros musicales que fue muy bien acogida por revistas "modernillas" como Rockdelux, comienza con el sorprendente No code (1996), seguido de Yield (1998), Binaural (2000) y Riot Act (2002). Todos ellos notables (Pearl Jam no han grabado nunca un mal disco, aunque sí que la mayoría de ellos tienen algunos temas prescindibles). La tercera y última etapa viene a ser una especie de renacimiento rockero, que se inicia con el imprescindible Pearl Jam (2006; el nombre lo dice todo) y sigue con el anteriormente mencionado Backspacer (2009). Y aquí es donde entra Lightning Bolt. Aunque a priori empieza con un par de temas muy rockeros (especialmente el segundo, "Mind your manners"), el álbum no tarda en mostrar sus numerosas piezas más reposadas (que no significan peores). Es por ello que no sé si sería conveniente hablar de una nueva y cuarta etapa de "madurez" en la discografía de Pearl Jam. Veremos qué nos depara el futuro, pero está claro que pese a sus momentos más bajos de popularidad, a principios del 2000, Pearl Jam se han convertido en unos clásicos, y nunca defraudarán. Dicho esto, vamos al grano:
-'Getaway': un inicio potente, como es habitual en todos sus discos. Pegadizo, con guitarras y un groove especial, demuestra que Pearl Jam no han perdido la chispa y les queda cuerda para rato.
- 'Mind your manners': como había comentado más arriba, el tema más agresivo del disco. Muy bueno por otra parte, pero que no representa en absoluto al resto de composiciones. La excepción que confirma la regla, seguro que será una delicia escucharla en directo.
- 'My father's son': un medio tiempo rockero, con una potente base rítmica. Tiene un punto experimental en la línea de bajo, pero el estribillo vuelve a ser puro Pearl Jam con un Eddie Vedder dándolo todo. De momento seguimos bien, pero que muy bien.
- 'Sirens': el baladón marca de la casa. Nada más que añadir. Desde ya, un nuevo clásico inapelable.
- 'Lightning bolt': el tema que da nombre al disco vuelve a tener el aura de clásico, con un crescendo, un estribillo y un solo de guitarra deliciosos. Quinto tema y el listón sigue altísimo.
- 'Infallible': pisamos de nuevo el freno, pero en esta ocasión con nuevos matices que provienen de los teclados, aunque el estribillo vuelve a ser 100% Pearl Jam.
- Pendulum': ojo, aquí sí que entramos en territorio desconocido. Una balada muy oscura, deudora de los tiempos de Binaural. No es un mal tema, pero es totalmente depresivo.
- 'Swallowed whole': vuelta al buen rollo con un medio tiempo marca de la casa, con reminiscencias a R.E.M. y calidad asegurada.
- 'Let the records play': un blues clasicote y sorprendente. No tiene nada de original, pero es una delicia dejarse llevar por sus riffs facilones.
- 'Sleeping by myself': otro clásico acústico de final de disco. Recuerda al enorme primer disco de Vedder en solitario. Buen rollito, nuevamente.
- 'Yellow moon': otra balada. Sí, se echan de menos un poco más de temas rockeros, pero con la calidad de canciones como esta no se puede discutir (no es en absoluto de relleno).
- 'Future Days': y sí, un nuevo tema lento... Este un pelo más prescindible. Pero es lo que toca para cerrar un álbum redondo, al que sin embargo le falta alguna canción más cañera.
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