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Este leopardo tenía una cita pendiente con Fanfarlo. En 2009, su debut 'Reservoir' fue escogido por servidor de ustedes en lo más alto de los discos imprescindibles del año, y desde entonces todavía no había tenido la posibilidad de verles en directo. Así que ya os podéis imaginar las ganas con las que cogía este concierto. Y así de entrada, lo que más me extrañaba es que estuviera enmarcado dentro del Festival Internacional de Jazz de Barcelona. Hay cosas en la vida absolutamente inexplicables...
A las 21:15h de la noche salían al escenario el cantante y compositor principal Simon Balthazar, la violinista y teclista Cathy Lucas (tremendo look con medias y una especie de camisa-mono negra), el trompetista y teclista Leon Beckenham, el bajista Justin Finch y el batería Amos Memon. Empezaron el show con 'Replicate', uno de los singles del que será su segundo disco ('Rooms Filled with Light', previsto para el 28 de febrero de 2012), y esa fue la tónica de buena parte del concierto. Quizás por ello hubo momentos de cierta frialdad, ya que el público no conocíamos muchos de los nuevos temas, y además, el feedback y la interrelación con la audiencia no serían el fuerte del quinteto escandinavo-británico. Aún así, me gustaron canciones como 'Tunguska' (con las maravillosas voces de Simon y Cathy entremezclándose en esos ritmos sincopados de piano y trompeta), 'Feathers' (con ritmos entre hawaianos y africanos), 'Shiny Things' (que me recordó a los también recomendables Ra Ra Riot), o ese petardazo de single que es 'De.con.struc.tion'. Ganas de escuchar el nuevo disco!
Con todo, los momentos de mayor conexión con el público fue cuando recuperaron las canciones de su excelente debut. Eso sí, algunas de las versiones que hicieron de sus temas antiguos provocaron cierta sorpresa, puesto que fueron relecturas ciertamente alejadas de la original (por ejemplo, 'I'm A Pilot' o 'Finish Line'), que le restaban épica y les alejaban de esa etiqueta de 'respuesta britanica a Arcade Fire'. Aún así, bombazos como 'Luna', 'The Walls Are Coming Down', y especialmente 'Harold T. Wilkins Or How To Wait For A Very Long Time' provocaron el éxtasis entre la audiencia que llenaba el Bikini y una gran ovación para la banda, tras esa hora y 20 minutos que duró el show. 
Y aunque al final del show hubo quien me decía que había quedado un poco frío con el concierto, lo cierto es que a este leopardo verde le dejó buen sabor de boca y una buena sonrisa felina en los labios. Sí, es verdad que no son la alegría de la huerta sobre el escenario, y que podrían sacarle todavía más jugo a la épica de sus canciones en estudio, pero el magnetismo de sus canciones es tan poderoso y las voces de Simon y Cathy emocionan tanto que, a poco que sepan seguir creciendo como banda y dejarse ir en sus actuaciones, podemos estar ante una banda realmente memorable.
*videos encontrados en Youtube de @carguleta y @SiMenorTV
