Se
estrena ‘La noche eterna. Los días no vividos’, ¿hay nervios?
Siempre los hay con todo lo nuevo que haces.
Siempre está ese gusanillo necesario.
¿Necesario?
Sí. Si no lo tienes debes provocártelo; si no, corres el riesgo de hacer un mal disco o un concierto robótico, sin alma.
Aunque es aplicable a cualquier cosa que hagas en la vida.
¿Y cómo
se provoca ese gusanillo?
Arengando a los demás, mirando por una puerta
a la gente que nos espera. Ver y captar el ambiente, fijarse en la cara de
ilusión de la gente…
Defina
el nuevo disco de Love of Lesbian...
El disco habla de la locura de los últimos
años. Aunque intentamos combinar nuestras vidas normales con la de músico,
nuestro hábitat acabó siendo una noche eterna que nos obligó a dejar de hacer
muchas cosas. Nos desconectó de los nuestros, fue como sentirse en una especie
de jet lag permanente.
¿Son
compatibles esas dos vidas?
No, y quien diga lo contrario miente como un
bellaco. En nuestro caso fue compatible a fuerza de tensiones con la gente.
Nuestro círculo no había cambiado de vida, sólo lo hicimos nosotros.
¿Y si
vuelve a pasar?
No lo sé, la verdad. No sé si estaremos
preparados.
‘1999’
fue un éxito absoluto, un disco casi redondo... ¿se siente presionado por
mejorarlo?
Hay presión, sí. Pero intentamos no caer en
una obsesión enfermiza por superar lo anterior. Nos gusta más el concepto de la
regularidad que la brillantez bestial en cada disco. Lo que queremos es
disfrutar, poder echar la vista atrás un día y estar orgullosos de lo que
hicimos en su momento. Al fin y al cabo, las cosas nos han ido bien haciendo lo
que más nos apetecía en cada momento y así vamos a seguir. Ir a superarse cada
día es muy estresante.
Dígaselo
a Tito Vilanova...
Lo va a tener complicado.
Como
culé, ¿confía en él?
La sombra de Pep será alargada, pero pienso
que lo mejor está por llegar.
Optimista...
Es que si no lo podemos hacer, mejor entonces
cerramos el Barça. Bajamos la persiana y decimos eso de ‘hasta aquí hemos
llegado’. Además, yo confío en él. Ha sido uno de los estrategas que han
conseguido todo esto, así que algo de mérito tendrá.
¿Alguna
vez ha sentido, como Pep, la necesidad de desabrocharse el cinturón?
Sí, sobre todo después de una gran comilona
(ríe). La verdad es que lo puedo llegar a entender. Si te entregas en cuerpo y
alma a tu pasión corres ese riesgo.
¿Y cómo
se recupera esa energia o ilusión perdida?
Escribiendo relatos, viajando... Necesitas
hacer algo radicalmente distinto a Love of Lesbian y, en el caso de Pep, al
Barça.
¿Alguna
sugerencia?
Yo le habría ofrecido entrenar a un regional
durante un año, así después volvería pensando que tenía unos jugadorazos y solo
querría entrenarlos de nuevo. La verdad, ojalá vuelva.
¿Cómo
presidente?
Es que yo quiero volver a verle de entrenador.
¿Aunque
no sea en el Barça?
No, en el Barça. No concibo otra idea. Además,
me da la sensación de que estamos quemando etapas muy rápido, los despachos le
quedan muy lejos. ¡Sólo tiene 41 años!
Tiene que ser duro lidiar con alguien así. Mi
madre cada vez que le escucha se pasa todo el día enfadada y, como ella,
muchos. Los enfrentamientos Barça-Mou han influído a mucha gente, ha sido algo
que ha ido más allá del fútbol. Las ofensas no eran sólo al Barça o a
Guardiola, con ellos nos ofendíamos millones de personas.
Pero
habría sido más aburrido, ¿no?
Está claro que como ‘malo de la película’, Mou
ejercía una gran atracción. Los malos también atraen.
¿Por
qué?
En su caso porque también va bien decir las
cosas claras y a la cara de vez en cuando. Creo, si no me equivoco, que fue
escogido por las italianas como el segundo amante perfecto.
¿Berlusconi
era el primero?
No lo sé, pero siendo Italia todo es posible. Mourinho
ejerce una atracción innegable, más que Cristiano Ronaldo que creo que no hay
por dónde cogerlo. A Mou, como mínimo, no se le puede negar que es un gran
estratega dentro y fuera del campo y que, mal que me pese, ha ganado títulos.
¿Qué le
dicen los fans de Madrid cuando dice todo esto en los conciertos?
Creo que nuestro público es lo suficientemente
abierto, simpático y comprensible como para entender que el fútbol no debería
exceder nunca el terreno del deporte, aunque desgraciadamente lo hace a menudo.
Y saber discernir entre lo que es espectáculo de lo que es cuento o realmente
fútbol bonito. Nosotros de lo que hemos estado realmente orgullosos estos años
no son de los títulos, que también, sino de haber jugado a un nivel que no se
había visto jamás. Con Van Gaal también se ganaron ligas, pero no es lo mismo.
¿También
provocan con la política?
Nos gusta un poco la sensación de estar en
peligro siempre y cuando empecemos por hacer autocrítica. En Barcelona también
decimos las cosas, aquí no es oro todo lo que reluce ni somos ejemplo de nada.
Si en Valencia, por ejemplo, hablamos de El Bigotes o de Camps, aquí lo hacemos
de Millet y compañía.
Cuentan
con el beneplácito de la audiencia...
Está claro que, aunque seamos críticos con
todo, no somos de derechas y nuestros comentarios siempren van a ir hacia un
sector. Es nuestra manera de ser. En ese sentido sabemos que sólo un porcentaje
muy pequeño de nuestros seguidores no piensa como nosotros.
Y
además llenan sus conciertos en tiempos de crisis... ¿os afecta?
No somos ajenos. De momento no nos ha afectado
la crisis, pero sabemos que si antes podíamos hacer cuatro conciertos en una
misma ciudad ahora, tal vez, tengamos que ir con más cuidado. Si antes la gente
tenía 30 euros para gastarse en conciertos cada semana, ahora tiene esos mismos
euros para todo el mes. No somos impermeables a la crisis, sería de imbéciles
pensar que alguien está a salvo de la quema.
¿Es
posible encontrar un lado positivo a la crisis?
Todo tiene su lado positivo. Aprovecharemos la
coyuntura para largarnos una época a Sudamérica. Queremos ir un mes o mes y
medio a Argentina y México en busca de otro mercado.
Se lo
tengo que preguntar: ¿Por qué esas letras tan tristes y melancólicas?
Supongo que es lo que acaba saliendo, no soy
muy fan de las medias tintas y me voy o a lo más cómico o a lo más melancólico,
no sé encontrar un punto intermedio que pueden tener otros grupos.
Parece
que gustan...
Porque somos unos masocas. Hace tiempo que
tengo muy claro que nos gusta que alguien hurgue en la herida.Y nosotros somos
un poco terrotistas emocionales.
Pero
así no salimos del bucle negativo...
Puede ser curativo echar un lloro de tanto en
tanto.
¿Alguna
vez se le ha hecho un nudo en la garganta mientras cantaba?
Alguna vez y no se pasa bien. Sería muy
patético ponerse a llorar sobre el escenario como la Pantoja (ríe).
¿Son letras
más para mujeres?
No es cierto. Los hombres también tenemos
nuestro corazón, lo que pasa que nosotros no funcionamos con el chip emotivo
todo el día, lo encendemos de vez en cuando y entonces se nos acumulan muchas
cosas.
¿Nosotras
sí?
Sí, además tenéis una capacidad verbal mucho
más elevada.
¿Un
consejo para apagar el ‘botón emocional’?
Es algo que tenemos los tíos. Si se cuenta
perderíamos gran parte de nuestro público. Las chicas entendéis mucho mejor las
letras de Love of Lesbian. El otro día, por ejemplo, estuvo explicándole a la
banda cosas que había escrito y que no entendían.
Le
creo...
Las dobles lecturas son más vuestras. Nosotros
nos fijamos más en otras cosas: en cómo desgarro la voz, en cómo suena la
batería... y las chicas estáis más atentas a todo y en una escucha o dos lo
captáis todo. Un tío quizás a la décima escucha se da cuenta de una frase. Y yo
me incluyo, lo que pasa que en lo que escribo sé lo que hay (ríe). La verdad es
que hay cosas muy curiosas en el sentido de lo masculino y lo femenino.
Entonces,
¿es un éxito contar con tanto público masculino?
Tener público fiel siempre es un éxito. Pero
sabemos que muchas veces a los chicos les pasa como en ‘El Club de fans de John
Boy’, que no les gustaba demasiado el grupo hasta que una chica o su novia les
ha hecho entender las letras o le ha arrastrado a un concierto.
¿Ninguna
mujer se ha quejado de lo que escribe? Pone usted el listón muy alto...
No, no. Como he dicho, nosotros también
tenemos nuestro corazón. Es cierto que hasta hace poco a los hombres se nos ha
educado como a unos auténticos lesionados emocionales. Pero yo he tenido la
suerte de haber encontrado desde pequeño una manera de expresarme o canalizar
todas estas emociones que normalmente no dejamos ver tan fácilmente como las
mujeres.
Cuente...
Me cuesta mucho expresar emociones, muchísimo,
pero en cambio, tanto escribir como la música me han permitido expresar lo que
sentía. El problema es que hay gente, también mujeres, que nunca han encontrado
un canal adecuado.
Hablando
de letras. Desmontemos un mito. ¿Qué hay de cierto en eso de la inspiración?
La ley es no tener nunca un objetivo
establecido a la hora de escribir, sino dejarte llevar completamente. Siempre
hay una frase que te hace tirar de un hilo que te gusta. En mi caso puedo
llenar hasta tres o cuatro páginas con la idea inicial.
¿Y de
ahí salen luego canciones?
Sí. A veces no creen que sea capaz, pero el
Amante Guisante tenía doce páginas. Era como un relato. Al final acabé cogiendo
las mejores frases siguiendo, eso sí, la técnica clásica de inicio, núcleo y
desenlace.
Ahora entiendo mucho mejor esas letras tan largas...
Es que en eso soy muy cabezota. Si una canción
exige tanto, exige tanto. En ese sentido nunca hemos pretendido sonar en los 40
Principales o cualquier otra radiofórmula. La gente creo que lo que quiere es
cierta riqueza lírica.
Se me
ha adelantado. Le iba a pedir que completase la siguiente frase: El día que LOL
suene en una radiofórmula...
Es que la radiofórmula ha cambiado. Nosotros
sabemos cuál es nuestro punto fuerte y nuestro medio es Internet y un cierto
tipo de prensa especializada. Puede que sea un trabajo más lento, pero nos ha
ido bien porque nunca hemos tenido prisa. Ir a una radiofórmula sería
traicionar nuestra esencia. Es una música que no nos representa y que jamás
hemos escuchado.
¿Jamás?
Hombre, alguna vez sí. Cuando éramos más
jóvenes a veces sonaba algo bueno, una de cada cien canciones. Pero es que no
sólo no nos gusta su música, tampoco su política ni la gente que lleva esas
emisoras. Nosotros disfrutamos con ideas que han salido de nuestra cabeza, no
de la de otros y necesitamos cosas que nos estimulen; si no, nos aburrimos, somos
como niños hiperactivos.
Hace
poco en las redes sociales leí que un chico había ido a 50 conciertos de Love
of Lesbian... ¿motivo de orgullo o de preocupación?
De orgullo para nosotros; para él es para
empezar a preocuparse. Sólo se me ocurre justificarlo pensando que así
aprovecha para ir a visitir a amigos de otras ciudades, para viajar o para
escaparse con la novia. Eso o que no tiene casa (ríe). Imagino que algo tenemos
que engancha, aunque no sé que es ni quiero saberlo.
¿Peligraría
la autenticidad?
Exacto. Sé que emocionalmente será difícil
superar ‘1999’ y podría intentar buscar esa emoción, siempre tienes técnicas
para provocarla aunque no sea sincera, pero no es nuestro estilo. Se podría
utilizar, pero entonces ya no seríamos nosotros.
¿Se ve
cantando de aquí a diez años ‘Noches reversibles’ y sus grandes éxitos?
Si las canciones envejecen bien y nosotros
también lo hemos hecho con dignidad, sí. Aunque no veo nada malo en
desaparecer. Si nos damos cuenta de que ya no vibramos, lo mejor será irse y
puede pasar. Si se convierte en una rutina, malo.
Por
último, y volviendo al fútbol. ¿Un gira de Love of lesbian sería más como una
concetración de Brasil o de Alemania?
Buff. 80% Alemania y
un 20% de desfase brasileño. Aunque yo me quedo con ‘La Naranja Mecánica’
holandesa... aunque ganando. Dios, ¡cómo pudieron no ganar nada!
TEXTO: Mrs. Greeny Blind Leppardette
INTRO & FOTOS: Mr. Green Dumb Leppard (City Hall, BCN, 16/4/12)