
Que vaya por delante: Suede ha sido y es una de las bandas de mi vida. Y el de muchísimas otras personas, por lo visto anoche en un Razzmatazz con las entradas agotadas desde hacía semanas. Los 2.000 nostálgicos afortunados allí presentes esperábamos ansiosos el retorno de una banda que hacía 7 años y 6 días que no tocaba en la ciudad, y que hubiera podido llenar una sala mucho mayor. Pero la excusa de su único concierto en España era el 10º aniversario del Razz, así que estoicamente aguantamos como anchoas los apretujones que, sinceramente, fueron uno de los motivos principales para no poder disfrutar del show como uno hubiera querido. Al margen de la imposibilidad de acceder a las primeras filas (y mira que con mi cuerpo felino no suelo tener problemas para ello), donde poder hacer el loco y saltar como leopardos, igual que una década atrás...
Sin más telonero que DJ Amable pinchando éxitos del brit-pop, la noche de nostalgia indie empezó con el 'Bodies' de los Sex Pistols sonando a todo trapo por los altavoces de una sala ya a oscuras y excitada por el olor a la presencia inminente de Suede. Y salieron, sin Bernard Butler, pero con la carismática presencia de ese animal de escenario que es Brett Anderson. A sus 43 añitos, y cada vez más delgado (¿es posible estar más delgado de lo que ya estaba en los años dorados de la banda?), el cantante y líder de Suede no ha perdido ni un gramo de magnetismo. Y seguramente es por él que esta reunión sigue aguantando dignamente la memoria de sus brillante pasado. Por él, y por su incomparable colección de canciones, claro...

...y es que con un arsenal como 'Trash', 'Animal Nitrate', 'New Generation', 'Metal Mickey', 'The Wild Ones', 'So Young', 'The Drowners', 'Beautiful Ones'... tendrías que ser muy inútil para no hacer de un concierto así un triunfo seguro. Era un noche de esas en que tenían al público conquistado de antemano, y que se acabó convirtiendo en un gran festival del karaoke de himnos generacionales. Los himnos de una generación escéptica con la triste realidad que le rodea, y que necesita del decadente romanticismo de las canciones de los londinenses para evadirse. Y, mientras Brett aguanta el tipo con sus posturitas, su impetuosa puesta en escena, y su elegante camisa negra desabrochada, la banda parece haber perdido algo de fuelle. Algunas canciones sonaron ralentizadas y sin la fuerza de antaño (¿cómo puede ser que un temazo como 'New Generation' sonara tan frío?).

A pesar de eso, de los apretones, de las colas del guardarropa, de los tipos que se pasan todo un concierto con cara de palo y sin moverse ni un centímetro (¿para qué coño vas entonces? ¿para tocar las narices a los demás?), o de algún cambio que hubiéramos hecho en el setlist (quitar la infumable 'Can't Get Enough' y poner 'Still Life', 'Stay Together' o 'Insatiable One', por ejemplo...), los dos leopardos allí presentes y la numerosa compañía felina nos lo pasamos muy bien. Y es que a alguien que te ha dado tantas horas de satisfacciones y placeres auditivos se le perdona todo. Incluso la difícil carga de un pasado glorioso...
Setlist:
1. This Hollywood Life
2. She
3. Filmstar
4.Animal Nitrate
5. Trash
6. New Generation
7. Pantomime Horse
8. Electricity
9. Can't Get Enough
10. Everything Will Flow
11. By The Sea
12. So Young
13. Killing Of A Flashboy
14. The Drowners
15. Metal Mickey
16. The Wild Ones
17. The Beautiful Ones
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18. Saturday Night
Y, para acabar, una curiosidad. ¿Habíais visto alguna vez un video tan infame de un concierto como éste?:
No se puede ir drogado a los conciertos, leopardos...
PD: Gracias a mrs. Pink Leppard por las fotos... ;)