Aaaahhhh! Escuece. Se levanta polvo en un cámino árido y oscuro, por el que te has caído 4 o 5 veces. Tienes piernas, brazos y cara llenos de rasguños y sangre. Sopla una ligera brisa, que no definirías exactamente como 'agradable', y crees estar solo. Ni una alma en kilómetros a la redonda. Pero sí ese sonido que ha empezado lejano, y cada vez se acerca más. Toses sin parar. Estás seco. Como una Polly Jean cualquiera, 18 años atrás. Aggghhhh!! Crudo, crudo. Y se oye chirriar alguna cosa metálica. Cada vez más presente. Y la brisa ya empieza a ser ventisca. El suelo empieza a temblar. ¿Qué coño está pasando? ¿Y qué es aquella luz? ¿Y esos tambores? La arena te golpea en la cara. No ves bien. Pero vislumbras algo. Y cada vez adquiere más forma humana. Formas humanas, en plural. Una tiene el pelo encrespado, y gafitas. La otra lleva capucha, y pelo largo. Y se acercan. Y se acercan. Y se acercan. Y los tambores no paran. Y ese ruido metálico. Y esa voz aguda te perfora el cerebro. Y sientes un golpe de mástil. Y otro de baqueta. Y caes al suelo otra vez. Y el ruido se aleja. Y la luz se aleja. Y la voz se aleja. Y el viento desaparece. Y el silencio vuelve tenso, y te intentas levantar...
...Aaaahhhh! Escuece. Se levanta polvo en un cámino árido y oscuro, por el que te has caído 4 o 5 veces. Tienes piernas, brazos y cara llenos de rasguños y sangre. Sopla una ligera brisa, que no definirías exactamente como 'agradable', y crees estar solo. Ni una alma en kilómetros a la redonda. Pero sí ese sonido que ha empezado lejano, y cada vez se acerca más. Toses sin parar. Estás seco. Como una Polly Jean cualquiera, 18 años atrás. Aggghhhh!! Crudo, crudo. Y se oye chirriar alguna cosa metálica. Cada vez más presente. Y la brisa ya empieza a ser ventisca. El suelo empieza a temblar. ¿Qué coño está pasando? ¿Y qué es aquella luz? ¿Y esos tambores? La arena te golpea en la cara. No ves bien. Pero vislumbras algo. Y cada vez adquiere más forma humana. Formas humanas, en plural. Una tiene el pelo encrespado, y gafitas. La otra lleva capucha, y pelo largo. Y se acercan. Y se acercan. Y se acercan. Y los tambores no paran. Y ese ruido metálico. Y esa voz aguda te perfora el cerebro. Y sientes un golpe de mástil. Y otro de baqueta. Y caes al suelo otra vez. Y el ruido se aleja. Y la luz se aleja. Y la voz se aleja. Y el viento desaparece. Y el silencio vuelve tenso, y te intentas levantar...