lunes, 11 de octubre de 2010

Peter Hook, Apolo (10/10/10)




Hacía un día Joy Division: lluvia, cielo gris, fresquito, y para acabarlo de rematar, a mediodía nos enteramos de la muerte de Solomon Burke. Con esa tristeza subida a la espalda, no quedaba otro remedio que vestirse la camiseta del árbol sin hojas en que un niño se columpia en las ramas mientras un hombre cuelga de su cuello desde otra rama. 'Life Always Has Two Sides'. Algo que Ian Curtis nos enseñó a la perfección hace ya 30 años...


Admito que asistía a este concierto con algo de miedo. Peter Hook desempolvando el debut de Joy Division ('Unknown Pleasures'), cuando no se habla con los otros dos supervivientes de la banda, Bernard Summer y Stephen Morris; Mani de Primal Scream acusándole de pesetero, algo bastante lógico de pensar ante todos estos retornos... así que mis expectativas eran más bien bajas. Y quizás por eso me llevé una grata sorpresa.


Y es que la banda de Peter Hook (The Light), sonó realmente potente y compacta: él mismo al bajo y voz; su hijo Jack al otro bajo; Andy Poole a los teclados; el guitarra de Haven, Nat Wason; y el batería de Monaco, Paul Kehoe. Sí, está claro que Hook no le llega ni a la suela del zapato a Ian Curtis como frontman ni como cantante, pero de verdad que coló. Siguiendo un orden diferente al del disco, Hook y compañía fueron desgranando 'Disorder', 'Insight', Shadowplay', 'She's Lost Control', 'Interzone', etc., acentuando una vena rockera que quizás quedaba más oculta en el disco original. Como era de esperar por una simple cuestión de duración del show, también hubo momentos para canciones ajenas a 'Unknown Pleasures', que provocaron el delirio de un público muy variopinto (desde jóvenes neófitos joydivisianos, a adultos que deseaban revivir la oscura época dorada del post punk; y sin olvidarnos, claro, del mítico Garantías). Así, cayeron también temazos como 'Transmission', 'Warsaw', el himno entre himnos 'Love Will Tear Us Apart', o 'Ceremony', con la que pusieron punto y final a una noche en que siniestros y no siniestros acabaron sonriendo...





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