sábado, 1 de agosto de 2009

Arctic Monkeys, 'Humbug' (2009)





Faltan 3 semanas para que se ponga a la venta el tercer disco de los Arctic Monkeys, pero en la era de internet, la fecha de lanzamiento de un disco es como la fecha de caducidad de los yogures. Y, además, internet también aumenta la exigencia del público, que ahora tiene mucha más oferta al alcance del teclado, y puede afinar más su criterio y pedirle mucho más a la capacidad creadora de los artistas. Quizás sea por eso que, con las primeras escuchas, este disco me ha dejado casi tan frío como el anterior 'Favourite Worst Nightmare' (2007).


Y, ojo, no digo que sea un mal disco. Pero está claro que la chispa de aquél bombazo debut que fue 'Whatever People Say I Am, That's What I'm Not' (2006) hace tiempo que desapareció. Sólo quedan pequeños destellos con brillo de todo aquello, como 'Potion Approaching', 'Pretty Visitors', o esa autocopia de 'Fakes Tales Of San Francisco' que es 'Dangerous Animals'. Tres años después del brillante debut, los monos árticos ya no son aquél grupo de hits eléctricos de discoteca indie tan efectivos y contundentes, sino que se han convertido en una banda más heterogénea y atmosférica. Cosa que no es mala, pero para eso ya tengo al otro proyecto de Alex Turner (The Last Shadow Puppets).


En muchos momentos, 'Humbug' me recuerda a los pasajes de ese proyecto paralelo del cantante de los Arctic Monkeys: la bella 'Secret Door', 'My Propeller', 'Fire And The Thud', 'Cornerstone'... están más cerca de los Zombies que de Franz Ferdinand. E, insisto, eso no es malo, pero no es lo que uno espera de los Arctic Monkeys. Y quizás el fallo sea mío, porqué ya se sabe que en la música, como en tantos otros ámbitos de la vida, cuanto más esperes, más te decepcionarás...








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