Se ve que, en el habla gitana, una ópera egipcia es la expresión que utilizan para referirse a una obra maestra; así que podría parecer que Los Planetas no tuvieron abuela a la hora de titular su octavo disco. Y aunque quizás el superlativo sería exagerado, lo cierto es que para este leopardo verde que les sigue desde que empezaron y que les considera la mejor banda de pop español de toda la historia, este disco ha sido una grata sorpresa. Porqué, aunque muchos situaron su predecesor 'La Leyenda Del Espacio' como el mejor disco nacional de la pasada década, para un servidor las densas atmósferas aflamencadas de aquél disco se hicieron algo indigestas. Y aunque éste álbum sigue aquella senda, lo cierto es que han suavizado el pastel con más ingredientes pop, y la mezcla ha quedado en el puntito justo.
El Ep 'Cuatro Palos' que sacaron hace unos meses ya evidenciaba esta mayor presencia del pop que les hizo grandes, en joyitas como 'Yo Le Estoy Pidiendo A Dios', que habría quedado de maravilla en esta ópera egipcia. Y aunque el disco arranca con la instrumental 'La Llave De Oro' (la que tocaron para abrir su concierto en el Palau de la Música de hace un par de meses), enseguida nos enseñan sus cartas con canciones más inmediatas y melódicas para añadir a la colección de hits planetarios: 'Una Corona De Estrellas', 'Soy Un Pobre Granaíno', 'Siete Faroles', o lo que para mí es el clímax del disco, cuando empalma la preciosa 'No Sé Cómo Te Atreves' (una de las dos que canta junto a La Bien Querida) con la impresionante 'Señora De Las Alturas' (del mismo corte que algunas de las más enormes composiciones de su carrera, como 'Toxicosmos', 'La Guerra De Las Galaxias', 'Corrientes Circulares En El Tiempo' o 'Que No Sea Kang Por Favor').
La segunda aparición de La Bien Querida es quizás uno de los temas más prescindibles del disco ('La Veleta'), y supone la antesala a una segunda mitad del disco donde los tamices flamencos vuelven a ganar protagonismo: la versión del 'Romance De Juan De Osuna' de Manolo Caracol ya la conocíamos del Ep 'Cuatro Palos', y otras como 'Atravesando Los Montes' o 'La Virgen De La Soledad' también las pudimos escuchar en el Palau, en un marco adecuado como el de un festival de flamenco como De Cajón. El final psicodélico-lisérgico de 'Los Poetas' redondea esta ópera que, estoy seguro, habrá arrancado múltiples aplausos de sus seguidores puestos en pie ante el aparato de reproducción. Si Tutankamon levantara la cabeza, seguro que los guardaría en la más valiosa de sus cámaras secretas...
Así sonó la presentación del disco en Radio 3:
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