domingo, 18 de julio de 2010

Festival Cruïlla 2010



Era la primera vez que este leopardo verde asistía al Festival Cruïlla, que celebraba su 6ª edición (3 en Mataró, y 3 más en el Forum de Barcelona). Lo cierto es que a este felino no le ponen especialmente los sonidos mestizos, pero la apertura de miras en el cartel hacia artistas indies o del nuevo soul eran motivo suficiente para conocer otro de los muchos festivales de los que podemos disfrutar por tierras leopardas. Y la verdad es que, disfrutar, hemos disfrutado de lo lindo; la organización aprueba con nota, y quizás el único 'pero' de cara al festival (para nosotros fue mucho mejor así) es la escasa asistencia de público, sobretodo en la jornada del sábado (unas 5.000 personas, frente a las 10.000 del viernes. Si les preguntáis a los de Lynce, posiblemente os digan que hubo 56 personas entre los dos días...)



Viernes 16
Lo primero que me llamó la atención al llegar al Forum fue la ausencia de colas. Tras invertir escasos 10 segundos en pasar el control de entrada, más diferencias respecto al otro gran festival que se celebra allí (el Primavera Sound, claro): sólo 3 escenarios, dispuestos en distinta ubicación. Varios tenderetes de ONG's, y muchísima menos gente. Casi nada de guiris, y perfil de público distinto. La fragilidad folkie de María Rodés acompañó a la primera cerveza, y bajamos al escenario principal para disfrutar del gran aliciente leopardo del viernes: Love Of Lesbian han tocado tantísimo en el último año que solventan sus conciertos con la puntita. Centraron el set en sus 3 discos en castellano, empezando con 'Allí Donde Solíamos Gritar', y nos hicieron reír y sudar de lo lindo con 'Algunas Plantas', 'Me Amo', 'Club De Fans De John Boy', 'Ectoplasta', o su recién estrenado himno de los Europeos de Atletismo de Barcelona, 'Incondicional'. Y no hace falta decir que la volvieron a liar con un Santi Balmes disfrazado de Liam Gallagher, o cuando bajaron al público para celebrar la llegada del Amante Guisante.



El concierto más multitudinario del festival fue el de Ben Harper, acompañado de sus nuevos Relentless 7. Músicalmente impecable en sus muchos registros (desde el más rock al más soul; desde sus solos con la slide guitar a sus momentos en acústico), Harper se gustó a sí mismo y se dió un baño de multitudes ante un público entregadísimo, al que calificó en varias ocasiones como el mejor de toda la gira. "Eso se lo dirás a todas", pensamos, conscientes de que el rock también vive de sus muchos clichés. Y Ben Harper es uno de ellos. Empezó con 'Diamonds On The Inside', y alternó piezas nuevas ('Shimmer And Shine', 'Up To You'...) con otras canciones de su extensa discografía ('Power Of The Gospel', 'Better Way', 'Burn One Down'...) y también estrenó alguna canción del nuevo disco que sacará a principios de 2011. Albert Pla, acompañado de su nueva banda (Los Sujetadores), The Pinker Tones, Macaco, la versión descafeinada de The Wailers, o el show de los 1000 disfraces de Vinicio Capossela fueron otros de los puntos fuertes de esta jornada inaugural.


Sábado 17
El segundo día atrajo a la mitad de público que el primero. Y empezó con la sorpresa más grata de todo el festival para este leopardo: el británico Charlie Winston (todo elegante él) y su banda se cascaron un enérgico set presentando su disco Hobo, que culminaron bajando al público con sus instrumentos de percusión. Luego llegaba el plato fuerte del día: Eli Paperboy Reed nos hizo sudar como el que más con sus infalibles himnos soul que tanto nos hacen pensar en los enormes Otis Redding o James Brown ('Am I Wasting My Time', The Satisfier', 'Young Girl', Come On And Get It'...). Con la voz mucho mejor que cuando vino al Apolo a principios de año (qué falsetes se marcó!), Eli y los magníficos True Loves nos trasladaron al Harlem de los 60, a ritmo de soul y gospel, en uno de los conciertos con más sonrisas por metro cuadrado del festival. Apoteósico final con 'Explosion' para dejarnos a todos exhaustos...


La rumbita de Muchachito Bombo Inferno es siempre otra garantía de diversión y buen rollo. Me sigue impresionando su capacidad de tocar la guitarra a ese ritmo y de que esa voz rota le aguante todo el show. Con una banda que disfruta así sobre el escenario es casi imposible que no te contagien, así que, por mucho que no suela escuchar este tipo de música en casa, la verdad es que en concierto son muy divertidos y seductoramente canallas: 'Paquito Tarantino', 'La Noche De Los Gatos', versiones rumberas como el 'Palabras Para Julia' de Paco Ibáñez, o su infalible 'Ojalá No Te Hubiera Conocido Nunca' hicieron bailar mientras Santos Veracruz pintaba sus habituales cuadros al ritmo de la música. Los bailes siguieron con los sonidos balcánicos de Dúmbala Canalla; el afro-beat de Alpha Blondy se me hizo algo monótono, todo lo contrario que la potentísima descarga enérgica de la imponente Ebony Bones y su poderosa mezcla de punk, electro, funk y vestidos coloristas/futuristas que me recordaron a las locuras psicodélicas de George Clinton. Sabíamos por anticipado que el fin de fiesta iba a ser intenso, porqué a los Balkatalan Experience ya los había visto un servidor este año en el Apolo. Y otra vez, esa mezcla de sonidos balcánicos con ritmos bailongos, videos frenéticos, y su contagioso show de saltos, bailarinas a medio camino entre el flamenco y la danza del vientre, y bajadas al foso para ofrecer Ratafía al público, fueron un cóctel explosivo y muy efectivo. Y en el repertorio que pincharon, hubo por igual sonidos a lo Emir Kusturica, versiones de Mano Negra, o el 'Killing In The Name' de Rage Against The Machine. La poca gente que aguantamos hasta esas horas nos fuimos con la sensación de haberlo dado todo, haber adelgazado 10 kilos de sudor, y de haber disfrutado de un festival diferente, y sin complejos...




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