Admito que últimamente estoy poco rockero y bastante popie. Me va por ciclos, y ahora estoy en época donde debo necesitar más melodía que vendaval. Así, descubrir a bandas como Slow Club justo ahora me sabe a gloria. Porqué me dan melodías pegadizas; canciones saltarinas; fragilidad; buenrollismo; armonías vocales preciosas... ideal para el relajante periodo vacacional que empecé ayer.
Charles y Rebecca son de Sheffield, la ciudad de Pulp, Arctic Monkeys o The Long Blondes, entre otras muchas bandas. Hacen un pop de aires folk con dos vertientes: la extrovertida y enérgica, y la intimista y sensible. En el primer caso, se acercan a bandas como Los Campesinos!, Belle & Sebastian, Lacrosse... y en el segundo, a Moldy Peaches, She & Him o incluso The Wave Pictures. Ahora, las comparaciones que he leído por ahí con The White Stripes no las veo por ninguna parte. Hay cada flipao...
En sus 3 años de vida, Slow Club habían editado diversos EP's, y éste es su álbum de debut. Hay quien les acusa de cursis, y quizás lo sean en la estética de sus videos. Pero os aseguro que este disco es una deliciosa maravilla que genera adicción. Vosotros mismos...
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