miércoles, 17 de noviembre de 2010

The Strange Boys + Demon's Claws (Sala KGB, 16/11/10)


The Strange Boys

Al final del concierto, mr. Brown y un servidor hemos coincidido: The Strange Boys es uno de los nombres más apropiados de la historia del rock. Porqué los de Austin son raros de cojones. Pinta de nerds superdotados, extraña voz nasal a lo Kinks del cantante Ryan Sambol, composiciones y ejecución excelentes, pero actitud lamentablemente distante, y sorprendente capacidad de aburrir, teniendo grandes canciones...

Demon's Claws

Y la noche ha empezado bien, con la intensa pero fugaz actuación de Demon's Claws. Un par de electrizantes canciones punkorras y un par más garajeras nos han dejado con ganas de más, pero los canadienses han tenido problemas con su furgoneta y han llegado tarde al KGB, de manera que su show se ha visto reducido considerablemente. Habrá que esperar a volver a verles, pero nos ha encantado su actitud descarada y sudorosa, empezando por el cantante de aspecto Kurt Cobain y acabando por el batería.

Justo todo lo contrario que The Strange Boys. Músicalmente están por encima de sus teloneros (al menos, a día de hoy), pero como decía mr. Brown, parecían estar ensayando, y no en un concierto para la gente que estaba frente al escenario. Escaso feedback con el público, horchata en las venas, y una actitud tan gélida y distante que he entrado bien en la sala y he salido constipado. Y eso que tenía un buen recuerdo de su visita al Sidecar de hace sólo 4 meses, y esperaba repetir las buenas sensaciones. Pero no ha habido suerte. Quizás hayan tenido una mala noche. O a lo mejor habrá sido el colocón que llevaban encima, nada disimulado. Y ojo, que sí, que canciones como 'Woe Is You And Me', 'Be Brave', 'Poem Party' o 'Keys Of The Kingdom' han sonado maravillosamente bien, porqué son muy buenas y la banda toca de manera espectacular. Incluso han hecho una curiosa versión de 'El Condor Pasa (If I Could)' popularizada por Simon & Garfunkel. Pero ha sido una de esas actuaciones en las que, mientras tus pies van solos al ritmo de la música, tu cabeza se larga a otro sitio porqué la banda no consigue que captes su atención. Un concierto realmente extraño. Digno de unos really really strange boys...



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