Y el jueves llegó el momento de estrenar el recinto del Forum y hacer inmensamente felices a los ladrones de las compañías telefónicas con tanto SMS aquí y llamada allá para encontrarse con la gente. Si hablamos de ladrones, también hay que criticar los precios de la bebida (¿Cómo narices te pueden cobrar 4 euros por una cerveza, siendo esa marca de cerveza el sponsor del festival?) y de muchos de los sitios de comida instalados en el recinto. Obviamente, en el país del Lazarillo de Tormes, eso provocó que en los días sucesivos mucha gente optara por colar bebida y comida escondida. Tonterías, las justas.
Al llegar a media tarde, las colas enormes de la entrada hicieron que me sintiera inmensamente feliz por haber asistido a los shows del Apolo y no tuviera la necesidad de cambiar mi abono por la pulsera blanca que ya tenía en mi muñeca desde el lunes. Suerte de eso, porqué llegamos justo a tiempo para ver a The Wave Pictures, todavía bajo el sol. Una vez más, encantadores, con esas melodías infalibles y costumbristas que te hacen sentir tan identificado con muchas de las historias que explican. Tras ver el final del show acústico de Crocodiles en la carpa Ray Ban, cogimos sitio en la 2ª fila para uno de los shows que más ganas teníamos de ver de todo el festival: The XX.
En noviembre no les pudimos ver porqué coincidía con el concierto de Camera Obscura, así que desconocíamos si los londinenses serian capaces de trasladar en directo las oscuras atmósferas de su notable disco de debut. Y vaya si lo hicieron. Un sonido compacto, luces y brumas, y vestidos convenientemente de negro, Oliver, Romy y Jamie se cascaron un show breve pero intenso que provocó las primeras gallinas de piel de la jornada. Superchunk iniciaron el abanico de revivals noventeros marcándose un enérgico show; todo lo contrario que Tortoise, que admito que me aburrieron bastante. Cosa que me dio rabia, porqué me perdí el concierto de Broken Social Scene, que me dijeron que estuvo muy pero que muy bien.
A la 1 de la madrugada, llegó uno de los momentos que más esperaba de todo el festival: volver a ver a una de las bandas que más me marcó en aquellos maravillosos 90. Y Pavement cumplieron con nota. Sin la anarquía que marcaba sus shows de por aquél entonces, y sonando mucho más contundentes, Stephen Malkmus y compañía fueron coherentes con el recopilatorio que están presentando en esta gira de retorno, y tocaron todo lo que tenían que tocar. Volver a cantar temazos como 'Range Life', 'Cut Your Hair', 'Shady Lane', 'Here', 'Gold Soundz', mi preferida 'Stop Breathin' (no me la esperaba!) o esa histriónica 'Conduit For Sale' ("I'm Tryin, I'm Tryin...!!!") fue algo realmente emotivo.
La recta final del jueves la pasamos con Delorean (Quizás fuera por la euforia del momento, pero me gustaron mucho más en directo que con su último disco), con Moderat y bailando con Dr. Kiko. Metro, dormir, y coger fuerzas para los días (y noches) que nos quedaban por delante...
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