Parece que últimamente los programadores de conciertos se han puesto de acuerdo para que nos pasemos semanas en blanco y luego coincidan dos grandes bolos en una misma noche. Éste fue el caso el pasado miércoles. Y ante la duda que de escoger entre la psicodelia setentera de Howlin' Rain y los lánguidos y placenteros lamentos de Beach House, me quedé con la opción más otoñal. Así pues, con el dúo de Baltimore en mente me planté en una [2] que ofrecía un aspecto inmejorable, superando la asistencia del conciertazo de Dr. Dog de la semana pasada.
La cantautora Jana Hunter abría fuego con una actuación corta pero intensa. Esta Texana apadrinada por Devendra Banhart y Vetiver con pinta de empollona y alma de auténtica nerd, demostró en el rato que estuvo en escena que su mundo interior está repleto de más sombras que luces. Así, con la colaboración en algunos momentos de Alex Scaly y Victoria Legrand, sus composiciones estremecieron por la sensibilidad, tristeza, amargor y furia que desprenden. Lo cierto es que cuando la vi aparecer en escena me vino a la mente la protagonista de Bienvenido A La Casa De Muñecas, la mítica película de Todd Solondz, pero a medida que avanzaba su show esa sensación se fue desvaneciendo, aunque no del todo...
Más tarde fue el turno de unos Beach House que aparecieron en el escenario casi de puntillas, al igual que sus canciones se cuelan en tu cerebro, pero que desde la primera nota dejaron bien claro el carisma y el talento que atesoran.
Así, con un repertorio basado en 'Devotion' (su celebrado segundo disco) Alex Scaly dirigía en la sombra con su guitarra y Victoria Legrand embrujaba la atmósfera de la sala con sus teclados, su voz y su porte afrancesado. Fueron deslizando pausadamente hacia la audiencia maravillas sonoras tales como 'Wedding Bell', 'Gila' (de lágrima), 'Holy Dances', 'All The Years', 'D.A.R.L.I.N.G.' o la IMPRESIONANTE 'Heart Of Chambers', transportándonos magistralmente a todas esas escenas cotidianas teñidas de color sepia que contienen sus canciones.
Los reyes del Narco Pop dieron por concluida la velada con 'Norwegian Song', con Scaly a los teclados y Legrand a la delicada percusión, dejando la sensación a este leopardo de que más que a un concierto había asistido a una relajante y curativa sesión de masaje del alma.
*Por motivos técnicos solo pude hacer fotos. Este par de videos no han sido grabados por este leopardo. Disfrutadlos.*
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2 comentarios:
Qué lástima no haber podido ir!! Ayer escuché el disco, de resaca en el sofá, y me dejó como nuevo. Y esta semana, otra vez a elegir concierto... malditos programadores again!!
Sé que te hubiera encantado. En fin, esperemos que vuelvan en un futuro con otro discazo bajo el brazo.
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