lunes, 24 de noviembre de 2008

The Donnas, 'Bitchin', (2007)



El otro día hablando con Mr. Green, le hice saber que meditando acerca de los contenidos del blog me había dado cuenta de una cosa. Pdece de anemia. Y como no quiero que nuestro querido y venerado blog sufra, he decidido insuflarle de tanto en tanto un poco de hierro sonoro, osea Metal.

Empezaremos con una dosis suave... Hace un año escribí esta crítica para ser publicada en el Ruta 66, pero nunca vio la luz. Se trata del disco más hard roquero de mis adolescentes lolitas favoritas, las californianas The Donnas. Antes de pegar esa crítica (aún suscribo lo escrito) debo confesar un pecado en relación a esta entrañable banda...



En su primera actuación en la sala Magic de Barcelona allí por el año 2000 en la gira de 'Get Skintight' al acbar el show, un servidor subió al escenario y robó las baquetas negras de Donna R. Un rato después la tierna batería volvió a escena para recoger su material y se dio cuenta del hurto. La chica chica empezó a mirar histéricamente a su alrededor y gritaba a todo el mundo con lágrimas en sus ojos que le devolvieran sus baquetas. Esa reacción dotó a esos dos pedazos de madera de un valor que no tenían hasta ese momento. Obviamente aún conservo mi tesoro...



He de reconocer que he escrito este post como excusa para rememorar esta anecdota, y es que no todos los días se hace llorar a una rockstar. De todos modos, sirva esta crítica para resarcirme... "Siempre había creído que The Donnas eran un grupo sobrevalorado. Que no se me malinterprete, obviamente me atraía su imagen de desvalidas cheerleaders del bubblegum punk. Lo que pasa es que encontraba excesiva toda esa admiración un tanto naive que les profesaban tanto la prensa como los fans del genero masculino de un cierto sector de edad (un poco avanzada) que las miraba con aires de lascivia. Y les tengo cariño (que no admiración) a esos vinilos de los ya lejanos y ramonianos American Teenage Rock’n’Roll Machine y Get Skintight.



Y es precisamente en la época de este último, 1999, cuando la banda plantó una semilla de la que recoge fruto en este 2007. Me explico. Ellas siempre se han declarado fans de las hair bands, y fue en este disco producido por Jeff McDonald de Redd Kross en el que se lanzaron por primera vez a versionear (por sugerencia de Jeff) un tema de Mötley Crüe («Too Fast For Love») , que luego no eran capaces de ejecutar en directo. Simplemente no estaban preparadas. En ese año también talonearon en un par de ocasiones a sus (y mis) idolatrados Cinderella. Y no quedaron simplemente ahí sus flirteos con el metal. En un Turn 21 en el que proclamaban su supuesta mayoría de edad, facturaban una potente versión del «Livin’ After Midnight» de Judas Priest, que esta vez sí ejecutaron para delirio del público en la actuación que ofrecieron en la tristemente desaparecida Sala Garatge.

Posteriormente sus obras fueron claramente a peor y el summum de todo fue ese horrible y poppie Gold Medal que casi se carga su carrera. Por fortuna no ha sido así. The Donnas vuelven zorreando (como reza el título de su disco) de mala manera. Ahora que ya se han hecho mayores de verdad, nos presentan un disco de hard rock con un sonido compacto y potente y con unas composiciones mucho más elaboradas de lo que se podía esperar de las de Palo Alto. Así, a lo largo de los catorce temas del álbum vamos apreciando las certeras influencias de las Runnaways, Def Lepard, Judas Priest o The Plasmatics de la época de «Coup d’Etat». Y me alegra muchísimo mantener el cariño por una banda que ya daba por perdida y además sumar una nueva e inesperada sensación de admiración para estas cuatro ya exlolitas del rock."





ZORREA COMO UN VERDADERO PUTÓN POST-ADOLESCENTE

1 comentario:

Mr. Green Dumb Leppard dijo...

Leopardo desalmado!! Mira que hacer llorar a la pobre chiquilla!! ja, ja! verás tú como te envíen a una pandilla de motoristas barbudos con manos en cuerno y actitud desafiante. Ríete tú de los seguratas de Zeleste anti-escupinajos!!!!