viernes, 5 de diciembre de 2008

"Corazones rebeldes" ("Young at heart"), documental del año


Hacía muchísimo tiempo que un documental no me impactaba tanto. "Corazones rebeldes" ("Young at heart" es su título original) es sin duda alguna el mejor de este año, y seguramente también del último lustro.
Acabo de volver de su preestreno, en el Renoir Floridablanca, y lo que a priori pintaba como una interesante cinta friki, se ha revelado en realidad un largometraje que toca muchos más palos, y consigue emocionar de verdad (sin por ello caer en el morbo ni en la lágrima fácil).
El tacto del director, Stephen Walker, retratando este grupo de entrañables viejecitos que cantan temas de rock es exquisito.
Por un lado, está la vertiente musical. El coro Young at Heart, creado en 1982, está compuesto por 24 abueletes de entre 73 y 96 años que versionan temas de grupos como Ramones, Sonic Youth, Talking Heads, Coldplay, Radiohead... El mérito de este prodigio es de su director, Bob Cilman, un "joven" de 53 años. Éste es el encargado de elegir los temas (a sus componentes al principio no les gusta nada "Schizophrenia" de Sonic Youth...) y de encargarse que sus miembros se los aprendan y consigan interpretarlos (no sin numerosos errores, al inicio).
Tres de los coristas murieron antes del estreno de la cinta (dos de ellos antes de unos conciertos muy importantes). Es impresionante las ganas de vivir que desprenden sus protagonistas (ya me gustaría hacer lo mismo a su edad), y el entusiasmo que le ponen en su tarea.
Hay numerosas escenas que son memorables: la interpretación del "Forever Young" de Dylan en un concierto en una cárcel (los rostros de los internos lo dicen todo), o la estremecedora versión del "Fix You" de Coldplay por parte de un octogenario de tremenda voz (con bombona de oxígeno a rastras).
También es sorpredente el buen humor de estos entrañables personajes (una viejecita de lo más descarada, otro septagenario que bromea sobre el buen sexo a su edad...)
"Corazones rebeldes" no se mofa nunca de los que retrata, sino que consigue crear una profunda empatía con ellos. Risas y lágrimas, eso es lo que proporciona magistralmente.
Para quitarse el sombrero, de verdad.

1 comentario:

Mr. Green Dumb Leppard dijo...

Joder, qué buena pinta que tiene, mr. Black!