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Tal y como os explicamos en este mismo blog, su debut ‘Set Your Head On Fire’ fue uno de los discos que más me encendió en 2008, así que había ganas de escuchar la continuación de Black Box Revelation. Tras la experiencia adquirida en las giras de los últimos años (entre otros, al lado de Eagles Of Death Metal, o The Raveonettes), el dúo de Bruselas se encerró durante dos semanas en los míticos estudios londinenses Konk Studios, con la sombra de Ray Davies pululando por allí. Nuevamente con la seminal formación de Jan Paternoster a la guitarra y voces y Dries Van Dijck a la batería, el sonido de Black Box Revelation no ha variado demasiado respecto al disco anterior: garaje rock grasiento, quizás con toques más blues y psicodélicos, pero siempre con la intensidad eléctrica que ya demostraron en su debut. A mí me siguen recordando bastante a Black Rebel Motorcycle Club, cosa que no me molesta en absoluto.
El riff de ‘High On A Wire’ parece que nos vaya a meter en un disco de Depeche Mode de la época de ‘Personal Jesus’ (aunque aquí Jan canta como Liam Gallagher), pero el incendio eléctrico de alcantarilla comienza rápido: ‘Where Was All This Mess Begun’ se acerca a The Dead Weather; ‘5 O’Clock Turn Back The Time’ te hace bailar como Primal Scream; ‘You Better Get In Touch With The Devil’ te quema las entrañas a lo Jon Spencer; ‘Do I Know You’ o ‘Love Licks’ lo hacen a lo Queens Of The Stone Age; y otras como ‘Sleep While Moving’ o ‘Our Town Has Changed For Years Now’ son un buen contrapunto melódico para un disco que quizás acaba algo disperso, pero que remueve entrañas y te deja con sed…
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