Conciertazo doble el que nos han regalado esta noche el maestro Jon Spencer comandando a Heavy Trash, y el sorprendente telonero Bloodshot Bill. El primero, llegado desde Montreal, se ha cascado un enérgico set rockabilly de poco más de media hora él solito, cantando y tocando guitarra, bombo y platillo. Sentado, descalzo, y enfundado en... pijama!!!!! Y en el bolsillo del pijama, un peine para reconstruirse el tupé que se le iba deshaciendo con sus espasmódicos movimientos de cabeza. Grandiosa la parte vocal, entre gruñidos, gritos y sonidos guturales aprendidos de gurús como Screamin' Jay Hawkins, Hasil Adkins o Lux Interior. Y sensacional también la actitud del tipo, capaz de llenar él solito el escenario con gran habilidad instrumental, y mucho descaro ("muchas gracias, público, y gracias también a mi mismo por ser como soy", ha soltado, y se ha quedado tan ancho...). Muy recomendable, de verdad. Podéis encontrar cosas suyas en youtube, spotify o el myspace, claro...
Y de Heavy Trash, ¿qué vamos a decir que no sepamos todos ya? Una auténtica bomba de rock'n'roll incendiario con doble guitarra, batería y contrabajo, con esa clase y ese savoir faire que sólo los grandes pueden tener. Y Matt Verta-Ray y, sobretodo, Jon Spencer, lo son. Sé que no soy imparcial, ni quiero serlo, porqué Spencer es para este leopardo verde el rockstar por excelencia de los últimos... ¿20 años?, desde que me atropelló por primera vez con la imparable Blues Explosion en la gira de 'Now I Got Worry'. Y desde entonces le habré visto una decena de veces con sus diferentes formaciones en conciertos y en festivales, y me ha alborotado siempre. When I say always, I mean, ALWAYS, little bastards. Y en sus conciertos, la sensación de 'podía haber dado un poquito más' no la he sentido nunca. When I say never, I mean NEVER, motherfuckers. Si fuera leoparda o leopardo rosa, querría follármelo al final de cada show, porque me enciende como no consiguen hacerlo muchas felinas de curvas pronunciadas. Y esta noche, durante hora y media, a golpes de rockabilly, r'n'r y devaneos de serenatas country de medianoche, ha conseguido volver a sacarme la bestia parda que uno lleva dentro escondida en la mediocridad de la vida cotidiana. Y encima, le gusta el jamón...
2 comentarios:
El rollo psychobilly de Bill moló mucho, pero de Heavy Trash he de decir que cuando se ponían a rockear en serio (signifique eso lo que signifique) aplastaban, mientras las parrafadas arties (again, signifique eso lo que signifique) se me icieron un poco pesados.
Curioso que se oía mejor cerca de los lavabos (sin poder ver el escenario) que en medio de la sala.
Fue un buen concierto y me lo pasé bien, que es de lo que se trata.
Saludos
Me ha gustado más el primer que el segundo tema.
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