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Más de 2 meses después, vuelvo a tener ordenador en mi guarida, con lo que espero recuperar el ritmo de publicación habitual. Para celebrar tan alegre hecho (este leopardo verde se sentía mutilado sin su apéndice informático), nada mejor que una buena dosis de pop colorista y desenfadado. De esos discos que tanto apetecen para celebrar también la llegada de la tan ansiada primavera, el solecito, el calor, y las leopardas con poca ropa y tanga de ídem.
Camera Obscura siempre se han caracterizado por ser unos orfebres del pop delicado, soleado y bien hecho, desafiando a su lluviosa y gris Glasgow natal. Hasta ahora uno les asociaba a bandas de adn similar como Belle & Sebastian, Acid House Kings o Irene, pero en esta ocasión miran unas décadas atrás para ubicarse en terrenos muy propios de otra banda adorada por los leopardos: She & Him.
Y es que ese pop elegante, orquestado en el punto justo, y con reverberaciones que remiten por momentos a Phil Spector resulta tremendamente sugerente. Las composiciones siguen igual de redondas que en discos anteriores, y la voz de Tracyanne Campbell luce más luminosa y nostálgica que nunca. Total, que este disco es un gustazo para los sentidos, ahora que lo tenemos todo a flor de piel a las puertas de la época más maravillosamente hedonista del año...
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