Renqueante. Cansado. Hambriento. Hinchado. Desde hace un par de días, este leopardo verde parece el hombre elefante, y está pasando por una tortura, sin poder hablar, comer ni salir de casa con normalidad. Las pastillas que me ha recetado el médico son insuficientes, así que he revisado mis torres de cd's para autoprescribirme lisérgicas drogas sónicas que me ayuden a pasar el mal trago. Para empezar, dos chutes de Spacemen 3, y sus correspondientes reseñas que escribí hace 5 años, cuando fueron reeditados por Fire Records...
Habitualmente, los que hablamos o escribimos sobre música, nos referimos a algunos grupos bajo la etiqueta de 'bandas de culto'. ¿Y eso, qué quiere decir? ¿Cómo se llega a ese estatus? Sin duda, es algo tan subjetivo que cada uno tendrá las suyas. Pero, si intentamos hacer un ejercicio de "objetividad", podríamos llegar a la conclusión de que vienen a ser algo así como bandas conocidas solamente por una minoría muy fiel, con sello propio, y que aportan algún elemento novedoso que las acaba convirtiendo en referente para generaciones posteriores de músicos. Como pasa con mucho artistas de otros ámbitos, como la pintura o la literatura, mientras están en vida no consiguen un reconocimiento público mayor. Injusto, pero más vale tarde que nunca.
Spacemen 3 estaría entre este tipo de bandas. Su trayectoria va de 1981 a 1991, periodo en el que publicaron 4 álbums. Los dos primeros son los que reseñamos aquí, producto de la reedición de Fire Records. Recogiendo el fruto de otras bandas de culto como la Velvet Underground, Suicide o incluso los Stooges, el grupo que lideraban Sonic Boom (Pete Kember) y Jason Pierce se convirtió en abanderado del noise lisérgico y atmosférico, junto con sus coetaneos Galaxie 500. Muros sónicos a base de guitarras distorsionadas, bajo, batería y efectos varios, con la incorporación de teclados. En 'Sound Of Confusion' (1986), el sonido es más áspero y denso, dando lugar a un exorcismo sonoro iniciático en el que destacan 'Losing Touch With My Mind' o 'Hey Man'. De las 7 canciones, 3 son versiones: 'Rollercoaster', de 13th Floor Elevators, 'Mary Anne', de Juicy Lucy, y 'Little Doll', de los Stooges ('O.D.Catastrophe' también parece un calco de 'T.V.Eye').
'The Perfect Prescription' (1987) está considerado como el disco por excelencia de Spacemen 3, y creo que con razón. Las repeticiones hipnóticas pierden rudeza, pero el efecto piscodélico y narcótico se incrementa. No en vano, la banda planteó este trabajo como un disco conceptual y lo definió como "un soporte musical para las drogas". Incluso estando sobrio, 'Things'll Never Be The Same', 'Call The Doctor', 'That's Just Fine' o la versión del 'Ecstasy Symphony/Transparent Radiation' de Red Krayola se convierten en etéreas alfombras voladoras para ofrecerte otra perspectiva del mundo. El rock espacial de Spacemen 3 se disolvió en el 91, pero tuvo su continuidad: con Pierce, en Spiritualized, y con Boom, en Spectrum y Experimental Audio Research. Su influencia llega a bandas tan dispares como Stone Roses, Los Planetas o Black Rebel Motorcycle Club.
UN MATASANOS NUNCA TE PRESCRIBIRÁ UNA DROGA TAN PLÁCIDA
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