domingo, 26 de octubre de 2008

Elliott Brood, Sala Rock Sound, Barcelona


Hace unos días filosofábamos acerca de lo que ha cambiado el panorama musical en unos cuantos años, y el bolo que nos ofrecieron estos geniales canadienses podría empezar otro debate y servir como ilustrativo ejemplo de cómo ha de ser una banda hoy en día para sobrevivir. Y es que lo que es bien claro es que aquí nadie vende una cantidad de discos suficiente para subsistir comodamente y hasta los más grandes se ven obligados a girar para ganarse el pan. Y los pequeños... aún más.



Así pues, si entramos en la web o el myspace de cualquier banda que quiera vivir de la música podremos observar que su vida es un tour constante, un contínuo devenir que les lleva por minúsculas salas de todo el mundo. Y lo mejor (o peor) de todo es que todos esos grupos saben positivamente que el mayor salto que pueden dar es el llegar a tocar delante de mil personas en lugar de treinta. Se acabaron los farsantes que tenían una banda por las groupies, la party y las drogas. Hoy en día sólo subsisten los que llevan la música corriendo por las venas, no se conforman con regocijarse pensando que su último disco es el definitivo y están dispuestos a derramar su talento dónde sea y ante quien sea.




Y el pasado jueves estábamos treinta melómanos (entre ellos un par de leopardos) y una pedazo de banda en la minúscula pero acogedora Sala Rock Sound. A Eliott Brood les importa un carajo si tocan delante de treina o de tres millones, su repertorio es demoledor y lo saben. Lo más fácil para ellos hubiera sido lamentarse de la escasa asistencia de público al evento y salir ahí derrotados, tocar sin darlo todo durante un ratito, culpar a la ausencia de monitores para escusarse que el sonido no es todo lo bueno que debería y todo el mundo les hubiera olvidado de camino a casa.




Pero no, no fue así en absoluto!!! Este trío son unos supervivientes, y con la actitud que mostraron podrán vivir de la música el tiempo que a ellos les dé la gana. Salieron a matar, y consiguieron algo tan difícil como es calentar la atmósfera de una sala vacía. Sorprendentemente, parecía que en lugar de treinta allí éramos doscientos. Así, los temas de su enorme 'Mountain Meadows' (Fingers And Tongues, Write It All Down For You, Without Again, Garden River, Chuckwagon...) se iban alternando con cortes del anterior 'Ambassador' y geniales versiones de White Stripes (Hotel Yorba), Neil Young (Powderfinger) y Johnny Cash (Ring of Fire como grand finale) para dejarnos a estos treinta afortunados un recuerdo polvoriento, enérgico y feliz de una de las mejores bandas de la nueva escena revisionista de la música de raíces americana.

Fanáticos de Marah, los Blind Melon más acústicos, Felice Brothers, Jenny Lewis o Bright Eyes, no os lo penséis y compraos este 'Mountain Meadows', que es pura medicina para el alma. Si de momento le queréis pegar un check, siempre podéis revisitar la entrada que hice en su día del disco.

Aquí os dejo una pequeña muestra de lo que fue el concierto...



6 comentarios:

Mr. Green Dumb Leppard dijo...

Qué suerte la vuestra, leppards!! El directo suena cojonudo, y las fotos igual. Me encanta la 1ª!

Mr. Brown Blind Leppard dijo...

Me sabe mal que no pudieras venir, fue un conciertazo!!!

Mr. Black Deaf Leppard dijo...

Certifico que fue increíble! Gracias Brown por avisarnos. Por cierto, ¿te has dado cuenta que cada concierto en el que coincidimos es memorable?

Mr. Brown Blind Leppard dijo...

Es conexión leoparda. Y que dure!!!

Anónimo dijo...

Magnífico concierto ciertamente. Este año que pronto terminará he tenido ocasión de ver muchos shows dentro y fuera de nuestras fronteras.Estrellonas, leyendas, bandas actuales, jovencitos que apuntan maneras y tiros seguros. Pero lo de estos tres muchachotes canadienses va directo a los puestos de honor. Un saludo.
MANEL

Mr. Brown Blind Leppard dijo...

Enormes, señor manel, enormes!!!!