

Todo el mundo de pie, porqué empiezo hablando del Rey. No, Elvis murió hace años, aunque muchos le hayan visto haciendo cola en el súper de la esquina. Yo me refiero a otro Rey. Al "nº 1 in Philadelphia, nº 1 in Los Angeles, nº 1 in Chicago... the fabulous... most groovy..." THE JON SPENCER BLUES EXPLOSION!!! Russel Simmins (batería), Judah Bauer (guitarra) y, claro, Jon Spencer (guitarra, theremin, voz...). Podía haber subido 'Orange' (1994) o incluso 'Acme Plus' (1998), pero le tengo especial aprecio a este disco, porqué fue con el que les conocí, y con el que me turbaron y removieron mis entrañas hasta hacerlas puré. El grito inicial de 'Skunk' ya es una advertencia del torbellino que está a punto de atropellarte. El Gustav a su lado es una suave brisa marina. Este disco es blues, pero es garaje, pero es rock, pero es funk. Este disco es visceral, crudo, salvaje, sucio. Este disco es sexo, es clase, es chulería bien entendida. Este disco puede salvar vidas, y te va a hacer sentir vivo, muy vivo, y con ganas de plantarle cara a ese mundo inmundo de ahí afuera. Porqué, y esto no lo olvides nunca, "the blues is number one"...
Y en directo, no fallan NUNCA, así que si vas a Vitoria, ni se te ocurra perdértelos, o te saltaremos al cuello con salvajismo felino...
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